lunes, 31 de enero de 2011

CUMPLIENDO LO PROMETIDO

En 1962 Emi y yo volvimos a "convivir", esta vez en Nois, en casa de la tía Guillermina, con motivo del nacimiento de Julito, su tercer hijo.
La primera semana la cuidó Emucha, que era más mayor,  y luego la suplimos nosotras para que ella no hiciera esfuerzo antes de tiempo, pues además del tío Senén (su marido) y del tío Julio (un hermano soltero que vivía en casa) estaban los otros dos niños, Senencito y Ramón.
Yo no sé como la cuidaríamos, pero lo pasábamos bomba.
Un día ella fue a buscar judias verdes a un terreno que tenían a unos...250 metros, y un chavalín del pueblo que pasaba por allí, se paró a charlar un ratito, dejando la bici apoyada a un poste de la luz. Yo que lo vi, cojo un cubo y me voy a llenarlo de agua a la fuente, que estaba a medio camino en la misma dirección; en tanto el cubo se llenaba me fui  acercando a ellos, y como el no me veía, porque estaba de espaldas, le saqué el aire a una rueda de la bici. Mi prima, que  sí me veía porque estaba de frente, no podía aguantarse de la risa.
Yo me vuelvo a la fuente y regreso a casa, y Emi hizo lo mismo cuando terminó.
Aquella tarde conseguimos poner nervioso al tío Julio con la juerga que teníamos y que el no sabía a que atribuirla.
Al día siguiente a la salida de misa ¡puf! aquello fue demasiado.
Resulta que el chico al ver la rueda sin aire creyó que estaba pinchada y al llegar al  café donde ya estaban sus amigos les contó que había estado con Emi y que al montar en la bici se dió cuenta que pinchara , y uno de ellos le dice:
-¿"estás seguro que pinchaste"?- ¡"está claro, ¿no"?- "hummm. ¡no sé! ¿donde estaba Loli"?- ¡"que solo Emi"!- " no andaría muy lejos" y se acercó para ver la rueda, sacó la mancha para darle aire y...la rueda se va llenando del mismo. Si nosotras tuvimos juerga...no quiero pensar en la de ellos, ya digo que cuando nos lo contaban lloraban de la risa.

Loli y Emi en  la Areoura, una de las playas  de Cangas.  Día 28 de Agosto de año 1963

Ya en  verano  hicimos como el anterior, de una casa a la otra.
Este día regresábamos de Burela y nos paramos para mojarnos los pies.
Como se puede apreciar yo ya estaba con mi hábito, cumpliendo la promesa hecha algún tiempo atrás.

2 comentarios:

  1. Cuantas travesuras se hacían,cuando se es joven no piensas en las repercusiones que puedes causar,solo sedeas pasarlo bien divertirte sin más,pero creo que no se hacían con maldad.
    Loli,Loli que eras un poco traviesa!!!!!! mira si sabían que habías sido tu.
    Abrazos.
    Rosa.

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  2. Tienes razón Rosa, eran travesuras sin maldad. Yo esta ultima de saber lo que supe al día siguiente no la habria hecho, porque me reía cuando lo contaban pero estaba pasando un mal rato.

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