domingo, 2 de enero de 2011

CANGAS REVOLUCIONADA.

Como decía, la llegada de D. Secundino a Cangas, marcó  un"antes" y un "después". Dio vida a la parroquia. Era tan sencillo y natural que lo sentías como muy cercano, y nos conquistó a todos por igual.
Fue un aliciente y un estímulo para la juventud; organizó un coro, que solo el hecho de ir al ensayo nos daba vidilla, y cualquier evento era bueno para programar una misa cantada, y ensayar durante un mes, y luego anunciar:"El próximo Domingo, la misa de 12 será cantada " para que la iglesia se pusiera a rebosar, y todos contentos. Los feligreses, porque les gustaba la misa cantada;los cantores, porque nos gustaba el poder de convocatoria y el ser escuchados; y el párroco, porque veía su iglesia llena, como a él le gustaba. 
 A las pre- adolescentes como yo, nos dio la responsabilidad de la catequesis, con lo que ya teníamos un entretenimiento para los domingos adecuado a nuestra edad.
Luego por nuestra cuenta empezamos a ayudar a su hermana a colocar las flores en los altares y a barrer la iglesia. Recuerdo que un año,  el Domingo de Ramos quedó muy sucia, y cuando terminamos de limpiarla nos encontramos con un montón de monedas que, logicamente le entregamos. El se quedó pensando y nos dice: ¿sabeis qué? con ese dinero os vais a comprar chuches, no creo que EL (mirando al crucifijo) se enfade. Después de todo, habeis limpiado su casa.
Cada año en el mes de Mayo se hacía el Rosario de la Aurora. Al atardecer,la Virgen salía de la iglesia para un barrio donde pernoctaba en una casa previamente engalanada para recibirla y en cuyo engalanamiento participaba todo el barrio. A las seis de la mañana del día siguiente, todo el pueblo se congregaba delante de la misma, se sacaba a la virgen, y volvíamos a la iglesia rezando el rosario y cantando.
Eso durante seis días, tantos como barriadas tiene el pueblo.
En una ocasión, con motivo de la Anunciación, quiso montar una procesión viviente; una camioneta se habilitó como carroza, en cuyos laterales se pusieron niños@ vestidos de gallegos@y en el centro la virgen en un trono.
En principio ese papel lo representaría yo, para escuchar las palabras del
Aracángel San Gabriel, pero cuando llegó el día tenía un flemón...que pa qué, y la cara desfigurada, entonces me sustituyó Luisa, (mucho más guapa) y a mí me pusieron de narradora que me encantó. Se hizo el recorrido por toda la carretera general , y en lo alto de chelas nos paramos. Se hizo el silencio, todo el mundo a la espectativa, y yo , que estaba colocada en el doble fondo de la camioneta,  empecé con la narración.
"En aquel tiempo, envió Dios a San Gabriel a Nazaret, ciudad de Galilea"etc etc. La gente se quedó .."pasmá", no se sabía de dondde venia aquella voz, ni a quien pertenecia. Al final, dedujeron que quien quiera que fuera, estaba en la camioneta y al llegar a la iglesia to....dos al rededor de la misma; yo fui la primera en entrar y la última en salir. Aún suena en mis oídos el aplauso que recibimos. Fue muy emotivo.
Tampoco puedo olvidar las novenas que se hacían a lo largo del año, ni cuando pedíamos para el Domund, ¡tantas y tantas cosas...! con su llegada, mis Domingos empezaron a tener sentido, pues empezaba el día yendo a misa de ocho, de cinco a seis y media catequesis, a las siete el rosario ,y luego pasábamos por la librería de Casilda, a comprar dos cuentos por cuatro pesetas, que durante la semana intercambiábamos con las más amigas de la escuela. Ya procurábamos que todos fueran diferentes.
Y asi eran, basicamente mis Domingos y fiestas de guardar, de Septiembre a Junio, ambos inclusive, entre los diez y los quince años.

3 comentarios:

  1. con que bellos recuerdos de tu vida nos deleitas, un besin de esta asturiana.

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  2. Pues me ha encantado tu relato. Me alegro mucho. Tuviste la suerte de que plantaron la semilla en tierra fertil y fructificó. Me alegro, porque aunque a veces tengamos noches oscuras, hay que ver lo que ayuda la religión para seguir tirando.

    Un beso loli

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  3. Como dices, creo que fueron unos años que nos marcaron mucho, en todos los sentidos,nos sentíamos tan felices con tan poquita cosa, que ahora lo recordamos con mucho cariño.
    Un abrazo.
    Rosa.

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