sábado, 15 de enero de 2011

AGUJA Y DEDAL

 Desde muy niña sentí inclinación por las labores. Todas, sin excepción,pero coser...como que no era lo mío; sin embargo,casi todas las niñas del barrio pasamos por el taller de Dora, una de las hijas de la tía Esperanza, y mi madre creyó que, a mis doce años, no era edad para pasar parte de las tardes del verano perdiendo el tiempo por el barrio, por lo que consideró oportuno que , cuando menos, aprendiera a enhebrar una aguja y sobrehilar.
Aún sin poner mucho entusiasmo, reconozco que me vino muy bien, para mi uso personal, tener unas nociones de costura que más tarde amplié(también en horas perdidas) yendo a una academia de corte y confección
y que luego puse en práctica en más de una ocasión.
Lo que más recuerdo de esa época,era cuando la señora Carmen , madre de mi amiga Albina, que también venia al taller, hacía su hornada -entonces todos teníamos horno de leña en casa para este menester - pero ella también hacía de maiz, que a mí me encantaba, y como en casa solo cociamos trigo ella la decía a su hija que me pasara por allí para darme un trozo .

5 comentarios:

  1. que bellisimos recuerdos compartes con todos nosotros haciendonos sentir nostalgia por los bellos momentos pasados. un besin muy grande de esta asturiana.

    ResponderEliminar
  2. Pues aunque soy algo mas joven, yo todavía estoy en los cincuenta y......, también mi madre que era una manitas cosiendo, nos obligaba a coser antes de salir a jugar al parque. En el verano cuando las vacaciones escolares nos hacía empezar una labor generalmente de punto de cruz, un mantelito, un pañito, etc... y teniamos que hacerlo si no no saliamos. También nos enseñana a coser dobladillos, botones, sobrehilar, etc..., y yo recuerdo que protestaba porque yo quería jugar y lo hacía con desgana, pero si lo hacía mal, me lo mandaba deshacer y a volver a hacerlo, así que por la cuenta que me tenía procuraba hacerlo bien. También me enseñó a hacer punto y eso era lo que mas me gustaba. Me he hecho unos cuantos jerseys, no ahora que se compra todo hecho y ya no se lleva tanto, pero recuerdo cuando los niños eran pequeños, mi tiempo de ocio era hacer punto y leer, siempre leer. En fin que a pesar de los años, hemos tenido una vida similar y es que en nuestra época las cosas no cambiaban tan deprisa como ahora.

    Un abrazo Loli, que si, que eres muy simpática y muy agradable leerte.

    ResponderEliminar
  3. Yo digo como CHUS,aún estoy con los cincuenta.....pero las labores a mi me las enseñaban en el colegio y, hacíamos de todo un poco,pero con 14 años,además de trabajar,porque ya trabajaba,mi madre se empeño que tenia que aprender a bordar a maquina ,me hice todo mi ajuar y parte del de algunas amigas ¿para que? si hoy en día no se lleva nada bordado,eso si, la maquina de coser se convertio en mi compañera de trabajo durante el resto de los años,pero no bordando por supuesto,pero si confeccionando,además he disfrutado mucho de mi trabajo.
    Y esque pocas salidas teníamos más por aquellos años, si no estudiabas.
    También me gusta leerte.
    Un abrazo.
    Rosa.

    ResponderEliminar
  4. Mil gracias, amigas. Opté por poner mi escrito como público,no con la idea de que lo leyeran, -- aunque tampoco tengo nada que ocultar- si no como una especie de recuerdos escritos; pero tengo que admitir que me halaga que me sigais y os lo agradezco.
    Un abrazo a todas.

    ResponderEliminar
  5. Loli, yo también aprendí aprendí a coser siendo una niña, me enseñó mi madre, y siempre se lo agradeceré.
    Al final te seguimos porque nos gusta leerte, porque nos llevas a nuestra infancia y eso siempre gusta.
    Un abrazo
    Conchi

    ResponderEliminar