jueves, 27 de enero de 2011

Y AHORA...¿QUÉ?

Tenía delante de mí un futuro que no sabía ni que hacer con el, ni mucho menos por donde cojerlo.
En principio, mi madre me propuso hacer un curso de bordado a máquina, que ofrecia la casa de máquinas SINGER; era una promoción de venta, pero válida para las que, como en mi caso, la tuviéramos de antes.
El curso se hacía en FOZ, durante un mes, y gratuito para todas las SINGERIANAS.
La idea me pareció estupenda. No solo porque quería aprender, si no porque pasaría más tiempo con mis primas, ya que me tendría que quedar en Foz de Lunes a Viernes.
 Por edad tendría que tener más complicidad con Elvira, (Viruca, para la familia) pero  nuestra Sor Teresita de hoy, ya por aquel entonces quería ser monja, y su padre se ponía malo cuando nos veía salir a nosotras al cine, y ella para el cole con sus monjas.
El tío le decía "¡ me caso con Dios!, lo que tienes que hacer es salir con tus hermanas y tu prima y pasartelo bien, ¿no tienes bastante colegio todo el dia?". y mi prima Emucha le decia "si,si, la que se va a casar con Dios va a ser ella".
Total: aprendí a bordar y me lo pasé pipa.
Poco tiempo despues hicieron otro en Burela, y como le cojí gustillo repetí.
El trayecto era solo es de unos cuatro kilómetros  y lo hacía en bici.
Fué mi primera incursión en el mundo laboral, pues luego bordé alguna que otra cosilla.

                                                  
                        Estos son los tíos en cuya casa estuve de "acogida".
La tía Enma, hermana de mamá, el tío Ramón, y las primas: Inés la mayor,
Emucha y Viruca.
La foto  fue tomada en 1952, y no corresponde, -en el tiempo- al comentario del texto, cuyos hechos datan del año 1961, cuando ya mi prima pequeña tenía 16 años.

3 comentarios:

  1. Hoy por la mañana leí todo lo que tenía atrasado de tu blog y veo que ahora al volver tienes otra nueva entrada..., ¡todas son preciosas! tu pasado nos llega con tanto cariño que es como si te conociéramos desde la niñez.Me gusta todo lo que cuentas y como lo cuentas, aunque quizás con un poco de prisa pues no dejas saborear una entrada y ya publicas otra, bueno, no te enfades, es sólo mi opinión.
    Abrazos.

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  2. Como en todas tus anteriores entradas,me gusta como narras tu vida,porque a la vez es como si también nosotras viviéramos esas bonitas experiencias,algo tenemos en común, yo también bordaba a maquina,visto desde hoy me parece trabajo perdido ahora no se lleva nada bordado.
    Un abrazo.
    Rosa.

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  3. Puede que tengas razón Sabela, pero quiero terminarlo ya,(y estoy empezando) porque tengo otras cosas en perspectiva, y a la que tengo un rato lo aprovecho.
    Puedes hacerlas sugerencias que quieras, son de agradecer.

    Pues si Rosa, la verdad es que las cosas han cambiado mucho. Yo las que tengo bordadas, ni las pongo, por no plancharlas.(¡Que vaga soy!)

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