Ahora Alex empieza a ejercer de hermano mayor y le encanta.
A la semana siguiente seguimos con buen tiempo pero Ari está con unas décimas y aquí la tengo en cama, no por la fiebre si no porque se acaba de despertar de la siesta.
Y como cada año, llegó el fin de curso y en el cole de Alex se despidieron con distintas actividades.
Uno de ellas consistía en bailar dentro de un circulo, tarea harto difícil porque cada uno iba a su bola con el regocijo de los padres y abuelos.
Al final el circulo no sirvió ni de referencia pues todos acabaron en el otro extremo.
También resultó muy simpática la canción que cantaron en ingles. No se ponían de acuerdo a la hora de saludar con las manos de cartulina que les dieron.
Para Alejandro lo más divertido llegó al final cuando le pintaron la cara. Le encanta que lo maquillen y esta vez quedó muy bien.