jueves, 21 de julio de 2011

DE LA LLAGOSTA A PREMIÁ

Durante tres años tuvimos alquilada la torre donde pasábamos la Semana Santa,  el verano, de Junio a Septiembre ambos incluídos, y los puentes y fines de semana del resto del año. Por entonces, debido al trabajo de David, hacíamos las vacaciones por Navidades y  las pasábamos con mis padres, en  Cangas.
En  Mayo de 1976 nace Laura, la segunda hija de mis cuñados, y en Noviembre lo hace Silvia, la primera y única hija de mi hermana.

                                            Mis hijos,  David y Marcos en Premiá. Julio 1976

Premiá es una población que dista unos 25 klm de Plaza Cataluña y está muy bien comunicada con Barcelona y otras poblaciones limítrofes importantes. Su tierra es muy fértil, y la principal producción era el cultivo de claveles para la exportación, y una importante fábrica  textil en la que trabajaba medio pueblo; pero esto ya es parte del pasado, y hoy tenemos mucho comercio, muchos bancos, farmacias, colegios, centros culturales, biblioteca, museo de estampación, restaurantes, y un mogollón de gente que trabaja fuera de aquí, sobre todo en Barcelona. Tiene campo, mar y montaña, y nosotros nos sentíamos muy bien aquí, por ese motivo empezamos a plantearnos alquilar nuestro piso de La Llagosta y cambiar de aires. Allí estábamos muy bien, pero al atardecer el ambiente era húmedo y no teníamos playa. Y un buen día, un amigo nuestro nos comentó que le estaban haciendo unos planos para hacer cuatro torres apareadas para alquilar igual que estábamos nosotros. Como era de nuestra colla, a nosotros nos lo alquilaba como vivienda, ( donde estábamos era un poquito justo para vivir todo el año ) hasta que hicieramos la casa nuestra.
Admito que  yo no daría un paso por cambiar de población, aunque está claro que era para mejor, pero ya tenia mis amistades- claro que en Premiá también- y estaba enamorada de mi piso. Si pudiera ponerle ruedas...
 Al final alquilamos nuestro piso, y a principios de Junio del siguiente año nos cambiamos
a la nueva torre, tres calles más abajo de donde estábamos actualmente.

martes, 19 de julio de 2011

El día dos de Marzo de 1974 era mi   28 cumpleaños, pero otro acontecimiento familiar  hizo que me olvidara del mismo. Se casaba mi hermana.
Menos mal que mi madre estaba al quite , y a la hora del desayuno, después de felicitarme y darme un beso, puso en mis manos un paquetito que yo, evidentemente no esperaba; era un precioso y discreto broche de oro blanco en forma de lazo, del que pendía una piedra verde como una esmeralda (no creo que lo fuera). Cuando muchos años después lo perdí me llevé un buen disgusto, porque me recordaba aquel cumpleaños que, de no ser por mamá,  posiblemente se me pasaría por alto
                                                 Mis padres en la boda de mi hermana

También ese año por Semana Santa decidimos alquilar un apartamento para pasar el verano con los niños, pues como eran muy pequeños, y mis padres ya los habían visto cuando vinieron a la boda, no nos queríamos meter con ellos a un viaje tan largo, y para salir por aquí tenia que ser temprano para no encontrar caravanas, y con los dos eso era bastante difiícil. Asi que nos pusimos a buscar por Premiá, donde  veníamos a pescar cada fin de semana, y encontramos la segunda planta de una torre bastante cerca de la playa.
Antes de conocernos, David ya venía  pescar y bucear aquí con un grupo de amigos, todos casados y con niños pequeños, a los cuales me uní cuando formalizámos nuestra relación, y es que David ya habia renunciado a su otra afición, que era la caza, porque ahí si que yo no le podía acompañar.

MARCOS

Era el día de Reyes de 1974.   Sobre las 1oh me empezé a sentir molesta, pero como ya no era "primeriza" me lo tomé con calma, a sabiendas de que en cualquier momento se me podía presentar mi segundo parto, pues ese día salía de cuentas.
Como las molestias aumentaban, decidimos acercarnos al hospital rondando el medio día.
Era parto y tendríamos tiempo de comer, por lo que volvimos a casa para ello y esperábamos que la abuela nos acompañara, ya que el café lo tomaríamos en casa de mis cuñados, a la vez que llevábamos los Reyes para Manolito; pero los dolores fueron en aumento , por lo que hice la maletita de Davicin, que estaría en casa de la abuela hasta que yo regresara del hospital y los dejamos en casa de mi cuñada, aunque yo ni me bajé del coche. Ya en el hospital, dejamos la canastilla en la habitación y me bajaron a la sala de partos.
La experta comadrona Asunción Santillana,  que me atendiera en el primer parto, mandó a mi marido a por la canastilla pues el bebé ya asomaba la cabeza.
Una anécdota que siempre cuenta David es que, cuando llegamos al hospital, una madre y una hija paseaban, y al verlo bajar con la canastilla le preguntaron sorprendidas si ya había nacido, y el les contestó que estaba en ello, y las dos dieron un suspiro al tiempo que decían que ¡que suerte! y efectivamente fue una suerte , aunque me tuvieron que dar un montón de puntos pues el niño era grande (4,800) y ancho de hombros, pero fue un parto muy rápido, y yo esta vez no llamé a mi madre, pues ya sabía como era el trago que tenía que pasar.
Lógicamente, unos Reyes que recordaré toda mi vida, son los de ese año.

lunes, 18 de julio de 2011

MAMÁS A LA VEZ

Como la mamá novata que era, ello implicaba inesperiéncia y falta de rodaje, pero mi hijo me lo puso muy fácil, porque a parte de ser muy sanote, comía y dormía muy bien;  además, era  sumamente bueno, y eso nos animaba a pensar en darle un compañero
  de juegos  en un plazo no demasiado largo. La Semana Santa del  año siguiente nos fuimos con la familia de David a la Foncalda, (el niño tenía cinco meses) y tan relajados estábamos, que el encargo lo hicimos antes de lo previsto.
El ocho de Diciembre nació Manolito, el primer hijo de la hermana de mi marido, y un mes después, yo fui mamá por segunda vez.


                                                      25/4/1974 - Marcos- tres meses

                                                                      
                                                                         Contigo  aún no contábamos,
                                                       ¡Habeis sido tan seguidos...!
                                                       Pero contentos estamos
                                                       Fuiste muy bien recibido.

                                                       Ilusionados estábamos
                                                       Porque fueras una niña,
                                                       Pero no nos importó
                                                       Cuando vimos tu carita
                                                       Que tú pronto te encargaste
                                                       De marcar con las uñitas.

                                                       Dentro de muy poco espero
                                                       Verte correr con tu hermano,
                                                       Y doy las gracias al cielo
                                                       Por los hijos que me ha dado.         Tu  mamá.
                                           

jueves, 14 de julio de 2011

BEBÉ A LA VISTA

Nuestras sospechas se confirmaron ,y nos sentimos doblemente satisfechos. Primero porque queríamos ser padres pronto, y segundo, porque nada nos hacía pensar que la cosa fuera tan de prisa, pues yo me encontraba francamente bien. El primer y único  síntoma fue la ausencia de la regla. Así pues, nuestro primer hijo vendría al mundo sobre el veinte de Noviembre.  Lo primero que hice fue suscribirme a la revista de "Ser padres" pues una cosa es colaborar en el cuidado de un hermano, y otra la responsabilidad de cuidar tu  hijo, y como me parecia que yo estaba muy verde, pensé que esa revista me aclararía algunas dudas, pues mi suegra, aunque vivía en Barcelona estaba lejos, ( nosotros aún  no teníamos telefono) mi madre más lejos aún, y mi hermana y cuñada eran solteras todavia. Claro que en mi bloque eramos la mayoría matrimonios jovenes, de hecho el primer año nacieron cinco bebés en mi escalera, más de un niño por piso, pero yo no tenía aún la amistad suficiente con ninguna de las futuras mamás para  hacer según que tipo de preguntas.
Y llego, la fecha del parto. Ahora me río y emociono al mismo tiempo.
Día quince, 6 de la mañana; voy al lavabo y noto algo raro, se lo digo a David y dice que llama al trabajo para que no le esperen; como faltaban unos dias le tranquilizé, y decidimos que si me encontraba mal  llamara al momento. Paso el día rarilla, pero sin novedad, nos acostamos y al rato empiezan los dolores, yo retorciendome y el consultando el reloj y con el libro en la mano, para ver cada cuanto tiempo tenía las contracciones; a las 24h nos vamos al hospital ,y después de una exploración nos mandan para casa(lo típico), volvemos a las tres de la mañana ,y como nos ven nerviosos me llevan para la habitación si no (dice la comadrona) nos pasaremos la noche yendo y viniendo, pero a las seis de la mañana ya estabamos listos mi niño y yo. Por cierto, durante la dilatación  me quejaba y llamaba a mi madre (sin chillar) y es curioso, porque luego ella me comentó que ese día, sobre las cinco de la madrugada se despertó sobresaltada y se sento en la cama asustando a mi padre que le pregunto que le pasaba, y ella le dijo que "sentía"que yo la llamaba repetidamente  y se preguntaba si no habría llegado el momento. Mi padre para tranquilizarla le dijo que aún faltaban unos días que solo había sido un sueño.  A las nueve de la mañana los llama David dando la noticia.
Mi hijo nació en Jueves y el Sabado me voy para casa. A las seis de la tarde vienen mi hermana y cuñada con sus respectivos novios y la abuela, ellos están en la salita y yo en cama, descansando; al rato suena el timbre, me da un vuelco el corazón y pienso. Mi madre. Efectivamente,  al verla  todos  se quedaron callados de la sorpresa, y cuando la veo entrar en el dormitorio siento un nudo que me oprime la garganta y unas lágrimas
 de alegría, emoción , gratitud ...no sé los sentimientos que me embargaron, pero  los recuerdo muchísimas veces y sigo sin poder especificarlos. 
Mi madre despierta en mí muchas emociones, pero ninguna como esta.
                                    
Davicin: 2 meses. 10/1/1973


No pusimos traba alguna
Para evitar el embarazo,
Y al cabo de nueve meses
Te tenía en mis brazos.

Fue el 16 de Noviembre
En una fría mañana,
Que pude ver tu carita
Al aclarear el alba.

¡Madre mía, cuanto pelo!
Que cabeza de pepino
Y que carita más mona,
Pero...¿es niña o niño?

El sexo era lo de menos.
Naciste robusto y sano
Con tres kilos ochocientos
¡Venías medio criado!

Y aquí te tengo, a mi vera.
Tu cuna la voy meciendo,
Estoy cantando una nana
Y tú, ¡me estás sonriendo!.   
 Tu mamá.             


                                                                                                              

lunes, 11 de julio de 2011

LUNA DE MIEL.


2/4/1972--Día de la palma- costillada en Corbera

  
                                                                                                                                              9/4/1972--Domingo de Resurreción--Costa Brava

Luna de miel, antes. Viaje de novios, ahora. El mismo perro con distinto collar.
Nosotros pasamos la luna de miel en nuestro piso, en el que habíamos gastado los ahorros en reformas y moviliario para dejarlo a nuestro gusto, y lo conseguimos, por eso nos sentíamos tan bien en el. Aparte de eso, David no disponía de días, pues solo hacía un mes
que vendiera la parte del taller de mecánica que tenia con otro socio,  y empezó a trabajar en una empresa constructora llevando una máquina excavadora.
Pensábamos acercarnos por Semana Santa a Madrid donde viven sus tías paternas, pero...
sospechamos que estábamos embarazados y no quisimos arriesgarnos,  nos quedamos por aquí haciendo escapaditas por los alrededores para pasar el día.
No puedo negar(mentiría si lo hiciera) que me habría gustado una boda rodeada de toda la familia y amigos, al igual que unos dias de descanso después de la misma, pero siempre hemos estado de común acuerdo en hacer las cosas en la medida denuestra posibilidades, y como en aquel momento eran muy justas, nos ajustamos a ellas.
Han pasado casi cuarenta años en los que hemos tenido de todo un poco, lo que nunca he tenido fue la menor duda de haberme equivocado.





















































































domingo, 10 de julio de 2011

DÍA DE BODA


Llegó, por fin, el día  fijado para nuestro enlace: 12/ 2/ 1972.
Amaneció un día con aire pero muy soleado, y la mañana se me pasó en un vuelo, entretenida en los pequeños detalles de última hora que, en parte, calmaban un poco mis nervios.
Supongo que son varias las sensaciones que identifican a las novias en un día tan trascendental. Alegría, ilusión, nervios, emoción.....¿dudas?. Si, yo las tenía. Y no porque no estuviera segura del cariño que nos unía pero ¡ era un paso tan decisivo....! si salía mal, no podía plantearme el volver a casa, como en situaciones anteriores, y aunque nuestra relación fue basada desde el primer momento en la sinceridad, reconozco que en los últimos días de mi soltería una nubecilla persistente enturbiaba un poco mi cielo azul, y me preguntaba si no nos habríamos precipitado con solo nueve meses de noviazgo. Pero ese día ya no me hacia preguntas, y después de comer ya empezamos con la vorágine del  baño y de vestir a la novia, que en este caso contaba con la ayuda de mi hermana, de Isabel y Eva, las compañeras de piso.
Juan, el amigo que nos había presentado se ofreció para llevar a la novia, y llegó puntual, con su Morris plateado engalanado para la ocasión. La ceremonia, a las seis de la tarde, fue sencilla e intima, e igualmente la cena celebrada en "El Quijote" un restaurante del Masnou que estaba de moda.
Y como en todas las bodas hay alguna anécdota la de la mia fue que cuando intentamos abrir el portal no encaja la llave. Menos mal que el dueño del bar de los bajos
del edificio vivía en nuestra escalera y nos pudo abrir.