El tío Andrés era el hermano pequeño de mi abuela paterna.
Ese año que empezaron a entrarme las dudas sobre la veracidad de los Reyes Magos.
Después de ver las cosas que me dejaran en casa, y de mirar atentamente, por el entonces camino de barro que pasaba delante de la misma, y por donde, supuestamente, tenian que que llegar los Magos, yo no entendia como podian quedar marcadas las huellas de Perla, que pesaba poco, y las de los camellos, que eran tres y con mucho peso, no se veía ni rastro. Decepcionada, me acerqué a casa del tio Andrés que vivía a pocos metros, y me lo encontré buscando como un loco sus zapatillas; decía que los Reyes se las habían cambiado de sitio. Entonces, se me disiparon las dudas, los Reyes eran de verdad.
miércoles, 29 de diciembre de 2010
PERLA
Mi prima Chelita
La tía Rosalía, madre de mi prima Chelita, donde yo seguía pernoctando casi cada vez que las visitábamos, viendo como me gustaban sus ovejas y el cariño con que las trataba, prometió regalarme una para que la cuidara yo , porque sería "mia".
Y llegó el día en que me fui a casa llevando a mi Perla con una cuerda enganchada de su collar.
Era blanca, sedosa, muy jovencita, y me seguía a todas partes; yo la quería mucho, pero seguro que a la tía la defraudé, por lo menos en dos ocasiones:
1ª Cuando le seccioné la punta del rabo con una puerta.
Yo tenía prisa, y la oveja no quería entrar a la cuadra. Después de un tira y afloja, medio entró, yo quise cerrar la puerta para que no se lo pensara más, y Perla entró, en la cuadra, pero un trocito del rabo quedó a mis pies
¡me di un hartón a llorar...y la oveja, tan tranquila.
La 2ª vez fue cuando se me plvido en el campo, al lado de casa.
De noche se desencadenó una tormenta de lluvia y truenos, entonces recordé que estaba en el campo,(con lo miedosa que era).
Mamá, mi hermana y yo, nos pusimos los chubasqueros y salimos llamándola,¡Perliña, Perliña! y el animal estaba empapada, tiritando de frío y de miedo.
En ambas ocasiones me dió mucho sentimiento, sin embargo, no consigo recordar nada más de la ovejita.
Por la tía Rosalía yo tenía un cariño especial, y por mi prima...no digamos, era sumamente cuidadosa, pero sin embargo me dejaba jugar con una muñeca que tenía de porcelana, y ponerme todas sus pulseras y anillos, que me encantaba. Estas cosas no se olvidan, por mucho tiempo que pase.
La tía Rosalía, madre de mi prima Chelita, donde yo seguía pernoctando casi cada vez que las visitábamos, viendo como me gustaban sus ovejas y el cariño con que las trataba, prometió regalarme una para que la cuidara yo , porque sería "mia".
Y llegó el día en que me fui a casa llevando a mi Perla con una cuerda enganchada de su collar.
Era blanca, sedosa, muy jovencita, y me seguía a todas partes; yo la quería mucho, pero seguro que a la tía la defraudé, por lo menos en dos ocasiones:
1ª Cuando le seccioné la punta del rabo con una puerta.
Yo tenía prisa, y la oveja no quería entrar a la cuadra. Después de un tira y afloja, medio entró, yo quise cerrar la puerta para que no se lo pensara más, y Perla entró, en la cuadra, pero un trocito del rabo quedó a mis pies
¡me di un hartón a llorar...y la oveja, tan tranquila.
La 2ª vez fue cuando se me plvido en el campo, al lado de casa.
De noche se desencadenó una tormenta de lluvia y truenos, entonces recordé que estaba en el campo,(con lo miedosa que era).
Mamá, mi hermana y yo, nos pusimos los chubasqueros y salimos llamándola,¡Perliña, Perliña! y el animal estaba empapada, tiritando de frío y de miedo.
En ambas ocasiones me dió mucho sentimiento, sin embargo, no consigo recordar nada más de la ovejita.
Por la tía Rosalía yo tenía un cariño especial, y por mi prima...no digamos, era sumamente cuidadosa, pero sin embargo me dejaba jugar con una muñeca que tenía de porcelana, y ponerme todas sus pulseras y anillos, que me encantaba. Estas cosas no se olvidan, por mucho tiempo que pase.
DE LO 8 A LOS 15 AÑOS
De esta etapa de mi vida, digamos que...monótona y rutinaria, yo tengo un grato y feliz recuerdo. Sin embargo, yo diría que hay algunos episodios que, sin ser "importantes" iré resaltando.
Durante la semana, mi vida giraba en torno a la escuela, para mí era la satisfacción del día a día; hacer los deberes era lo primero, después de la merienda, no salía a jugar nunca sin tenerlos hechos, (palabras de mi madre) y luego ayudar en lo que me mandaban.
Una de esas ayudas era guiar la xunta de bueyes del tío José cuando se tenia que sembrar o recojer la cosecha. Para la suya necesitabamos bastantes días, pues él era un terrateniente que vivía del campo, sin embargo nosotros teníamos pequeñas parcelas que sembrábamos como ayuda, pues papá trabajaba en una fábrica de caolín, y esa era nuestra fuente de ingresos.
Me gustaba ayudarle a mi tío, pero ello conllevaba faltar a la escuela, y eso sí que me dolía.
Ya de mayor le hice este poema que él no llegó a ver,pues falleció poco antes de que llegaran nuestras vacaciones.
LABRADOR E MARIÑEIRO
O tío Xosé e mais eu
éramos coma uña e a pel.
Cantas veces no iglesario
os boiños lle camei.
No Decembre o trigo,
en Setembre as patacas
e en maio o millo.
non'macordo de que nunca
comigo s'enfadara
eso que eo , moitas veces,
andivera "despistada".
Non había na ribeira
furado quel non soupera,
sempre traía algún congrio
cando iba bucar a herba.
E dos pulpos ¡nin falar!
Eu peso que se escondían
cando o sentían chegar.
Pro...non se daba por vencido
e con unh'a vara longa
sacavos do escondrixo.
E cando taba contento,
bailáballe o bigote
e brillában'llos olliños.
¡Así era o meo tío
d'emotivo.
Cada brao nos recibía
con unh'apreta muy grande,
pro, a hora da despedida...
non taba en ningunh'a parte.
No seo lugar unh'a nota:
¡bon viaxe!desexándonos,
e..¡hasta o ano que ven,
quedámonos esperándobos!
Querido tío Xosé,
calado e mentireiro,
coa emoción a flor de pel,
¡labrador e mariñeiro!.
Por non ter a mesma sangre
non era tío carnal,
pro meos hermáos e mais eo
queríamolo como tal.
Desde que se foi
votámolo a faltar.
Supoño que no ceo
esperándonos está.
La verdad es que de todos los tíos políticos era para nosotros el más querido.
Era labrador , campesino, payés, porque nació en ese entorno y pocas opciones tenía, pero su pasión era la pesca con caña; los pulpos y los congrios era una pasada la habilidad que tenía para pescarlos, algunos daban miedo de lo grandes que eran.
Durante la semana, mi vida giraba en torno a la escuela, para mí era la satisfacción del día a día; hacer los deberes era lo primero, después de la merienda, no salía a jugar nunca sin tenerlos hechos, (palabras de mi madre) y luego ayudar en lo que me mandaban.
Una de esas ayudas era guiar la xunta de bueyes del tío José cuando se tenia que sembrar o recojer la cosecha. Para la suya necesitabamos bastantes días, pues él era un terrateniente que vivía del campo, sin embargo nosotros teníamos pequeñas parcelas que sembrábamos como ayuda, pues papá trabajaba en una fábrica de caolín, y esa era nuestra fuente de ingresos.
Me gustaba ayudarle a mi tío, pero ello conllevaba faltar a la escuela, y eso sí que me dolía.
Ya de mayor le hice este poema que él no llegó a ver,pues falleció poco antes de que llegaran nuestras vacaciones.
LABRADOR E MARIÑEIRO
O tío Xosé e mais eu
éramos coma uña e a pel.
Cantas veces no iglesario
os boiños lle camei.
No Decembre o trigo,
en Setembre as patacas
e en maio o millo.
non'macordo de que nunca
comigo s'enfadara
eso que eo , moitas veces,
andivera "despistada".
Non había na ribeira
furado quel non soupera,
sempre traía algún congrio
cando iba bucar a herba.
E dos pulpos ¡nin falar!
Eu peso que se escondían
cando o sentían chegar.
Pro...non se daba por vencido
e con unh'a vara longa
sacavos do escondrixo.
E cando taba contento,
bailáballe o bigote
e brillában'llos olliños.
¡Así era o meo tío
d'emotivo.
Cada brao nos recibía
con unh'apreta muy grande,
pro, a hora da despedida...
non taba en ningunh'a parte.
No seo lugar unh'a nota:
¡bon viaxe!desexándonos,
e..¡hasta o ano que ven,
quedámonos esperándobos!
Querido tío Xosé,
calado e mentireiro,
coa emoción a flor de pel,
¡labrador e mariñeiro!.
Por non ter a mesma sangre
non era tío carnal,
pro meos hermáos e mais eo
queríamolo como tal.
Desde que se foi
votámolo a faltar.
Supoño que no ceo
esperándonos está.
La verdad es que de todos los tíos políticos era para nosotros el más querido.
Era labrador , campesino, payés, porque nació en ese entorno y pocas opciones tenía, pero su pasión era la pesca con caña; los pulpos y los congrios era una pasada la habilidad que tenía para pescarlos, algunos daban miedo de lo grandes que eran.
SARAMPIÓN Y PAPERAS
Tengo que remontarme un poco atrás, pues creo que ambas enfermedades
las pasé antes de los siete años, pero lo comento ahora porque se me pasó.
El sarampión lo pasamos juntas mi hermana y yo, cada una en su cama en el mismo dormitorio. Yo no me movía de la cama; mi hermana no paraba en ella. Era una tortura, porque yo quería estarme quieta creyendo que así me pondría buena antes, y ella no paraba de incitarme.
Cuando las paperas ,no nos coincidió juntas, pero recuerdo que un Domingo yo no podía ni pasar agua, y era el día que papá se pasaba por el bar y nos traía una rosquilla grande para cada una, yo no podia comerla y la quería guardar para cuando me pusiera buena, mi hermana me decía que para entonces estaría como una piedra, que la podía comer ella ¡ajá! me dije yo, antes me la trago, aunque me cueste, y...¡vaya si me costó! pero fue una satisfacción ver que ella se quedaba con las ganas.
Ahora que lo pienso, creo que no era tan buena como creía.
Bueno, supongo que serán cosas de niños.
las pasé antes de los siete años, pero lo comento ahora porque se me pasó.
El sarampión lo pasamos juntas mi hermana y yo, cada una en su cama en el mismo dormitorio. Yo no me movía de la cama; mi hermana no paraba en ella. Era una tortura, porque yo quería estarme quieta creyendo que así me pondría buena antes, y ella no paraba de incitarme.
Cuando las paperas ,no nos coincidió juntas, pero recuerdo que un Domingo yo no podía ni pasar agua, y era el día que papá se pasaba por el bar y nos traía una rosquilla grande para cada una, yo no podia comerla y la quería guardar para cuando me pusiera buena, mi hermana me decía que para entonces estaría como una piedra, que la podía comer ella ¡ajá! me dije yo, antes me la trago, aunque me cueste, y...¡vaya si me costó! pero fue una satisfacción ver que ella se quedaba con las ganas.
Ahora que lo pienso, creo que no era tan buena como creía.
Bueno, supongo que serán cosas de niños.
ESFOLLAR
Es el hábito de decirlo así, pero es incorrecto.
Desfollar o deshojar= sacarle las hojas a una planta o los pétalos a una flor.
En este caso nos referimos a sacarle la hoja a la mazorca del maiz.
Este menester se lleva a cabo en el mes de Octubre, y al igual que las patatas, las mazorcas, una vez separadas del tronco que las sujetaba,también se amontonan haciendo una pirámide, la gente se coloca sentada en su base de espaldas a la misma, y se empieza la faena.
Durante la misma, cantamos, contamos anécdotas, chistes, chismes, etc; el tiempo da para mucho, pues se necesitan varios dias para concluir el trabajo, ya que, de una casa pasabamos a otra. Allí este tipo de trabajo se hacía en comunidad.
Cuando terminábamos, habíamos conseguido formar con las hojas una montaña, entonces los niños ,y los menos niños, nos las tirábamos los unos a los otros y lo pasábamos genial; la gente mayor se tomaban un café, y luego cada uno asu casa.
Esas hojas luego se tiraban esparcidas por el corral, y cuando se hacía una pasta dura y homogénea, que se llama estiércol, se retiraban y servían de abono para los sembrados.
Entonces sí que era ecológica toda la recolección
Desfollar o deshojar= sacarle las hojas a una planta o los pétalos a una flor.
En este caso nos referimos a sacarle la hoja a la mazorca del maiz.
Este menester se lleva a cabo en el mes de Octubre, y al igual que las patatas, las mazorcas, una vez separadas del tronco que las sujetaba,también se amontonan haciendo una pirámide, la gente se coloca sentada en su base de espaldas a la misma, y se empieza la faena.
Durante la misma, cantamos, contamos anécdotas, chistes, chismes, etc; el tiempo da para mucho, pues se necesitan varios dias para concluir el trabajo, ya que, de una casa pasabamos a otra. Allí este tipo de trabajo se hacía en comunidad.
Cuando terminábamos, habíamos conseguido formar con las hojas una montaña, entonces los niños ,y los menos niños, nos las tirábamos los unos a los otros y lo pasábamos genial; la gente mayor se tomaban un café, y luego cada uno asu casa.
Esas hojas luego se tiraban esparcidas por el corral, y cuando se hacía una pasta dura y homogénea, que se llama estiércol, se retiraban y servían de abono para los sembrados.
Entonces sí que era ecológica toda la recolección
martes, 28 de diciembre de 2010
DESXARAMOLAR
En Galicia nos regimos mucho por las mareas, o sea, la subida y la bajada del mar.
Este fenómeno natural, en el Cantábrico es muy notorio; en algunas zonas, cuando la marea está baja (bajamar) se aprecian en muchos puntos pequeñas playas, y al cabo de seis horas, tiempo que la marea tarda en subir (pleamar)la playa desaparece por el agua de la marea, y así se repite el ciclo cada esas seis horas de subir y bajar.
Digo esto, porque cada seis meses las mareas son más grandes durante unos cuatro ó cinco días,y es entonces cuando se "desxaramola".
Y eso ¿qué es?. Veremos si sé explicarlo.
En Septiembre-Octubre es la recolección de las patatas, que se suelen colocar en el suelo de una bodega, un garaje, un hórreo, o en el desván como era nuestro caso. Pues vien, a los cuatro meses, más o menos, empiezan a hechar unas guias, como unas pegadolsas, de 10 ó 15 cm;
esas guias, en gallego se le llaman "xaramolos" por lo tanto,"desxaramolar" es el hecho de sacarlas.
Se cojen las patatas una por una, y se procede a realizar el trabajo; al mismo tiempo se van amontonando cerca de la anterior ubicación y se van retirando las que se notan blanduchas, porque es señal de que se "pudriran" (descompondrán) en breve.
Aquí termino con mi lección de "Desxaramoleo" (el nombre se las trae) y en la próxima entrada contaré otra faena labriega que tambien me gustaba mucho realizar.
Este fenómeno natural, en el Cantábrico es muy notorio; en algunas zonas, cuando la marea está baja (bajamar) se aprecian en muchos puntos pequeñas playas, y al cabo de seis horas, tiempo que la marea tarda en subir (pleamar)la playa desaparece por el agua de la marea, y así se repite el ciclo cada esas seis horas de subir y bajar.
Digo esto, porque cada seis meses las mareas son más grandes durante unos cuatro ó cinco días,y es entonces cuando se "desxaramola".
Y eso ¿qué es?. Veremos si sé explicarlo.
En Septiembre-Octubre es la recolección de las patatas, que se suelen colocar en el suelo de una bodega, un garaje, un hórreo, o en el desván como era nuestro caso. Pues vien, a los cuatro meses, más o menos, empiezan a hechar unas guias, como unas pegadolsas, de 10 ó 15 cm;
esas guias, en gallego se le llaman "xaramolos" por lo tanto,"desxaramolar" es el hecho de sacarlas.
Se cojen las patatas una por una, y se procede a realizar el trabajo; al mismo tiempo se van amontonando cerca de la anterior ubicación y se van retirando las que se notan blanduchas, porque es señal de que se "pudriran" (descompondrán) en breve.
Aquí termino con mi lección de "Desxaramoleo" (el nombre se las trae) y en la próxima entrada contaré otra faena labriega que tambien me gustaba mucho realizar.
miércoles, 15 de diciembre de 2010
A PARTIR DE LOS SIETE AÑOS
Despues de hacer la Primera Comunion,(en mi caso siete años y dos meses)
ya empezábamos a colaborar más en las labores de casa.
En verano, por ejemplo; las gallinas, que estaban todo el día en el gallinero, mi madre les abria la puerta para que salieran a picotear hirbajos, gusanos etc, pero las teníamos que vigilar para que no se marcharan a los terrenos colindantes; entonces al venir de la escuela, mi madre me daba la merienda, casi siempre pan con chocolate El Gorriaga o
Nogueroles (era mi merienda preferida), cojía un cuento y me iba a la parte Sur de la casa que daba el solecito de la tarde, me sentaba en la acera, y con las piernas estiradas me sobresalían los talones de las mismas. En una mano las cuatro pastillas de chocolate (no recuerdo que me causaran extreñimiento) en la otra el pan ,y encima de las piernas el TBO ,que era el cuento que mas me gustaba. Más de una vez me olvidaba que tenía que vigilar las gallinas, de tan absorta que estaba en mi lectura.
Otra faena era llevar para la cocina la leña que estaba fuera cortada; o recoger "berzas" para los cerdos.
Las berzas son las hojas de una col específica, que en muchos casos eran mas altas que yo, por lo que tenía que alzar los brazos para alcanzarlas.
En invierno lo que más me gustaba era al llegar a casa comer la taza de colacao caliente con pan que mamá me tenía praparada, y luego jugar con un muñeco que le llamaba PEPON. Mi madre me enseñó a tejerle jerseis a punto bobo(todo del derecho) y me gustaba mucho cambiarle de ropa, al igual que las "mariquitas" unas muñacas de papel que teníamos que recortar, al igual que sus vestidos, blusas, botas, sombrero etc, y luego las guardábamos en una caja de latón.
Eso cuando no teníamos que "desxaramolar" aunque ello solo era cuestión de una semana. Esto quedará para la próxima entrada.
ya empezábamos a colaborar más en las labores de casa.
En verano, por ejemplo; las gallinas, que estaban todo el día en el gallinero, mi madre les abria la puerta para que salieran a picotear hirbajos, gusanos etc, pero las teníamos que vigilar para que no se marcharan a los terrenos colindantes; entonces al venir de la escuela, mi madre me daba la merienda, casi siempre pan con chocolate El Gorriaga o
Nogueroles (era mi merienda preferida), cojía un cuento y me iba a la parte Sur de la casa que daba el solecito de la tarde, me sentaba en la acera, y con las piernas estiradas me sobresalían los talones de las mismas. En una mano las cuatro pastillas de chocolate (no recuerdo que me causaran extreñimiento) en la otra el pan ,y encima de las piernas el TBO ,que era el cuento que mas me gustaba. Más de una vez me olvidaba que tenía que vigilar las gallinas, de tan absorta que estaba en mi lectura.
Otra faena era llevar para la cocina la leña que estaba fuera cortada; o recoger "berzas" para los cerdos.
Las berzas son las hojas de una col específica, que en muchos casos eran mas altas que yo, por lo que tenía que alzar los brazos para alcanzarlas.
En invierno lo que más me gustaba era al llegar a casa comer la taza de colacao caliente con pan que mamá me tenía praparada, y luego jugar con un muñeco que le llamaba PEPON. Mi madre me enseñó a tejerle jerseis a punto bobo(todo del derecho) y me gustaba mucho cambiarle de ropa, al igual que las "mariquitas" unas muñacas de papel que teníamos que recortar, al igual que sus vestidos, blusas, botas, sombrero etc, y luego las guardábamos en una caja de latón.
Eso cuando no teníamos que "desxaramolar" aunque ello solo era cuestión de una semana. Esto quedará para la próxima entrada.
martes, 7 de diciembre de 2010
LA TÍA ESPERANZA
Como dije anteriormente, visitábamos con frecuencia a la familia de mi madre(la de mi padre no era necesario, pues casi todos eramos vecinos) pero llegaban los fríos y nos quedábamos más cerca. En casa de la tía Esperanza.
Tengo que aclarar que, en mi pueblo, no había absolutamente NADA donde pasar una tarde de Domingo. Las mamás, terminada su faena, se reunían unas cuantas en casa de alguna de ellas para jugar a cartas, o bien , como mi madre, para hacer alguna labor. Ella, que era muy joven(yo nací un mes antes de que cumpliera los 22)optaba por lo último, y pasaba la tarde con la tía Esperanza, mientras nosotras jugábamos por los alrededores,con nuestras amigas, hasta el atardecer.
El parentesco que nos unía con la tía Esperanza no era de sangre, pero como si lo fuera. Era la mujer del tío Andrés, el hermano menor de la abuela Pilar, por lo tanto, mucho mayor que mi madre.
Tuvo ocho hijos, la menor 3 ó 4 años mayor que yo, y pasaba la mañana haciendo comidas, y la tarde recosiendo la ropa y haciendo ganchillo. Era bonachona, reposada, y tenía una paciencia infinita, además de contar cuentos como nadie. Los contaba a su aire, y siempre añadía algo nuevo; nosotras estábamos al quite para decirle que se equivocaba, y al final, acabábamos contándolos nosotras.
También en su casa leíamos cuentos y jugábamos a las adivinanzas.
Tengo muy buen recuerdo de aquellas tardes largas del Domingo.
Tengo que aclarar que, en mi pueblo, no había absolutamente NADA donde pasar una tarde de Domingo. Las mamás, terminada su faena, se reunían unas cuantas en casa de alguna de ellas para jugar a cartas, o bien , como mi madre, para hacer alguna labor. Ella, que era muy joven(yo nací un mes antes de que cumpliera los 22)optaba por lo último, y pasaba la tarde con la tía Esperanza, mientras nosotras jugábamos por los alrededores,con nuestras amigas, hasta el atardecer.
El parentesco que nos unía con la tía Esperanza no era de sangre, pero como si lo fuera. Era la mujer del tío Andrés, el hermano menor de la abuela Pilar, por lo tanto, mucho mayor que mi madre.
Tuvo ocho hijos, la menor 3 ó 4 años mayor que yo, y pasaba la mañana haciendo comidas, y la tarde recosiendo la ropa y haciendo ganchillo. Era bonachona, reposada, y tenía una paciencia infinita, además de contar cuentos como nadie. Los contaba a su aire, y siempre añadía algo nuevo; nosotras estábamos al quite para decirle que se equivocaba, y al final, acabábamos contándolos nosotras.
También en su casa leíamos cuentos y jugábamos a las adivinanzas.
Tengo muy buen recuerdo de aquellas tardes largas del Domingo.
jueves, 2 de diciembre de 2010
NUEVA ESCUELA
ESCUELA MIXTA
En el curso 1953/54 se inauguró la escuela, cuyos bocetos y planos, fueron estudiados desde el primer momento, para que desempeñara esa función.
Inicialmente estaba pintada de blanco. A nuestra derecha era la escuela de los niños, y a la izquierda la de las niñas. La puerta central era la entrada ala vivienda particular de los maestros (matrimonio) situada en 2ªplanta.
Delante de esa entrada principal, cada año se repetía la foto de "Fin de Curso". También fue escenario de la repartición de los vasos de leche en el recreo de la mañana, y del trozo de queso, al término de la clase de la tarde.
Fue la escuela que más cerquita he tenido de casa.
Pro, se dúbida ningun' ha
o que recordo mellor,
foi comenzar a'scola
da carretera de vilamor.
cortiniñas floreadas
nas ventás se colgaron
e a nosoutras puxéronos
un'hos gardapolvos brancos
co'as iniciais nos petiños
pra así identificalos,
pois nun'ha perchiña longa
deixábamolos colgados.
Semblábamos palomiñas
saídas do palomar
cando o recreo corríamos
con ganiñas de xogar.
Era a nosa maestra
Teodora Alonso Nieto,
e o seo home,Xosé Moreda,
o maestriño dos nenos.
Eu, cando fun mais gradiña,
vime envolta nun montón
de situaciós divertidas.
1ª
A maestra era nova:
e pra irse "situando",
ela iba preguntando
e nosoutras, contestando.
Preguntaba po los pais.
O dun'ha era mariñeiro,
o da outra ,labrador,
e o meu, era un obreiro.
Pro... senteo un'ha resposta
que deixouna en sospenso,
pois un'ha das nenas dixo
que seo pai era...lucero.
Da media volta a maestra,
e mirándoai de vaixo arriba
dicelle con sorna.
"de noche o de día".
E a cativa contestoulle:
"de cando'chaman, señorita".
E'que, o pai da neniña
sabía d'eletricidá,
e cando as luces se fundían
a él o iban chamar.
lunes, 29 de noviembre de 2010
MI PRIMERA COMUNIÓN
En el año 1952, además de la nueva escuela, otra novedad se vino a sumar a mi quehacer cotidiano: la catequesis.
Yo no recuerdo si se daban clases de catequesis en la iglesia,-total, solo éramos tres los niños que ese año recibíamos la Primera Comunión- lo que recuerdo, es que yo quería aprender, de cabo a rabo, todo el librito, y que a mi madre la traía frita para que me escuchara memorizar lo que había estudiado.
¡que ilusión me hizo cuando me compraron los guantes, y el rosario, pero sobre todo el libro, con sus cubiertas nacaradas, y un cáliz en relieve como dorado...!
El vestido no me gustaba, pues era como de raso, y me caía a lo largo del cuerpo. Me gustaban los de organdí, porque quedaban muy ahuecados. Pero bueno, como tampoco entonces no se hacían fotos, no quedaba constancia del mismo.
En definitiva. A nivel "acontecimiento" fue un día más, como para mis compañeros Canduche y Edmundo. Ni fotos, ni regalos , ni convite; el único distintivo era el traje blanco. Pero a nivel personal e íntimo, para mí fue un día muy grande. Jesús venía a mí, y yo lo deseaba con devoción y fervor.
Esa primavera, supongo que mi hermana tendría un brote fuerte de asma, y le pusieron inyecciones.Una se le infectó, y cuando le hacían las curas, logicamente, le harían daño. (Claro que ella quejica lo ha sido siempre) y mi madre, para compensarla, le decía que si se portaba bien durante las mismas, le compraría una muñeca.
¡Madre mía y..qué muñeca!. Más grande que ella. Entonces yo me decía que valía la pena "aguantar" un poco, si el premio era aquel.
Creo que sentí envidia, ( y no sana, precisamente), pero como mamá, con esto de la Comunión me decía que no teníamos que envidiar las cosas de los demás y conformarnos con las nuestras pues...lo fui llevando lo mejor que pude, pero me costó.
Yo no recuerdo si se daban clases de catequesis en la iglesia,-total, solo éramos tres los niños que ese año recibíamos la Primera Comunión- lo que recuerdo, es que yo quería aprender, de cabo a rabo, todo el librito, y que a mi madre la traía frita para que me escuchara memorizar lo que había estudiado.
¡que ilusión me hizo cuando me compraron los guantes, y el rosario, pero sobre todo el libro, con sus cubiertas nacaradas, y un cáliz en relieve como dorado...!
El vestido no me gustaba, pues era como de raso, y me caía a lo largo del cuerpo. Me gustaban los de organdí, porque quedaban muy ahuecados. Pero bueno, como tampoco entonces no se hacían fotos, no quedaba constancia del mismo.
En definitiva. A nivel "acontecimiento" fue un día más, como para mis compañeros Canduche y Edmundo. Ni fotos, ni regalos , ni convite; el único distintivo era el traje blanco. Pero a nivel personal e íntimo, para mí fue un día muy grande. Jesús venía a mí, y yo lo deseaba con devoción y fervor.
Esa primavera, supongo que mi hermana tendría un brote fuerte de asma, y le pusieron inyecciones.Una se le infectó, y cuando le hacían las curas, logicamente, le harían daño. (Claro que ella quejica lo ha sido siempre) y mi madre, para compensarla, le decía que si se portaba bien durante las mismas, le compraría una muñeca.
¡Madre mía y..qué muñeca!. Más grande que ella. Entonces yo me decía que valía la pena "aguantar" un poco, si el premio era aquel.
Creo que sentí envidia, ( y no sana, precisamente), pero como mamá, con esto de la Comunión me decía que no teníamos que envidiar las cosas de los demás y conformarnos con las nuestras pues...lo fui llevando lo mejor que pude, pero me costó.
miércoles, 24 de noviembre de 2010
MORRIÑA DE MAMÁ
Cuando aún eramos muy pequeñas, mamá bajaba un ratito por la tarde hacerle compañía a la tía Esperanza, y entretener así la tarde de descanso.
Entre nuestra casa y la de la tía, había un poste con los cables de la luz, y mi madre tenía que llevarnos a una en cada brazo, para aminorar mis celos. Llegadas a ese punto yo ya me bajaba tranquila, y hacia a pie el resto del camino, que era corto, pero es que los brazos de mi madre me sabían a gloria.
Esto en invierno, porque en verano mamá cojía la bici, ponía a mi hermana
pegadita al sillin y a mí detrás, luego se montaba ella y...¡a pedalear! hasta llegar a la cuesta de Chelas; a media cuesta se tenía que bajar, porque no podía seguir pedaleando.
Pero un día, yo quise aligerarle la carga, y me bajé de la bici en marcha; con tan mala suerte , que uno de los tornillos que sujetan el güardabarros trasero me hizo un arañazo bastante profundo, cuya marca se me quedo durante bastantes años.
En una ocasión quise quedarme en casa de la tía Rosalía hasta el Domingo siguiente, donde todos estaban pendientes de mi, pues mis primos ya tenían entre once y diecisiete años. Al principio todo fue bien, a mí me encantaba hojear las muchas revistas que tenían de países Sudamericanos como Argentina, Cuba, Perú etc. Leía sus constumbres, sus platos típicos, su folklore...me quedaba embelasada contemplando el colorido y la vistosidad de sus trajes típicos.
Pero un dia...supongo que ya estaría harta de tanta revista( no dejaba de ser una niña de cinco o seis años) y me entraron unas ganas locas de ver a mi madre. Entonces cojí unos prismáticos y me subí al desván, con la esperanza de verla por los aledaños de la casa, recogiéndo la ropa o encerrando a las gallinas o...haciendo por fuera los trabajos de última hora, pero mi deseo no se cumplió. De todas formas, me gustaba quedarme en casa de los tíos, y lo hacía siempre que me dejaban.
Por cierto, esa primera vez que me quedé aún no hablaba bien, y a mi primo que se llama Prudencio yo le decía Pulencho. Al final los contagié y y todos acabaron llamándole así.
En el centro la tía Rosalia, a la derecha, tía Guillermina, y de blanco,Lilila,
una prima hermana
Entre nuestra casa y la de la tía, había un poste con los cables de la luz, y mi madre tenía que llevarnos a una en cada brazo, para aminorar mis celos. Llegadas a ese punto yo ya me bajaba tranquila, y hacia a pie el resto del camino, que era corto, pero es que los brazos de mi madre me sabían a gloria.
Esto en invierno, porque en verano mamá cojía la bici, ponía a mi hermana
pegadita al sillin y a mí detrás, luego se montaba ella y...¡a pedalear! hasta llegar a la cuesta de Chelas; a media cuesta se tenía que bajar, porque no podía seguir pedaleando.
Pero un día, yo quise aligerarle la carga, y me bajé de la bici en marcha; con tan mala suerte , que uno de los tornillos que sujetan el güardabarros trasero me hizo un arañazo bastante profundo, cuya marca se me quedo durante bastantes años.
En una ocasión quise quedarme en casa de la tía Rosalía hasta el Domingo siguiente, donde todos estaban pendientes de mi, pues mis primos ya tenían entre once y diecisiete años. Al principio todo fue bien, a mí me encantaba hojear las muchas revistas que tenían de países Sudamericanos como Argentina, Cuba, Perú etc. Leía sus constumbres, sus platos típicos, su folklore...me quedaba embelasada contemplando el colorido y la vistosidad de sus trajes típicos.
Pero un dia...supongo que ya estaría harta de tanta revista( no dejaba de ser una niña de cinco o seis años) y me entraron unas ganas locas de ver a mi madre. Entonces cojí unos prismáticos y me subí al desván, con la esperanza de verla por los aledaños de la casa, recogiéndo la ropa o encerrando a las gallinas o...haciendo por fuera los trabajos de última hora, pero mi deseo no se cumplió. De todas formas, me gustaba quedarme en casa de los tíos, y lo hacía siempre que me dejaban.
Por cierto, esa primera vez que me quedé aún no hablaba bien, y a mi primo que se llama Prudencio yo le decía Pulencho. Al final los contagié y y todos acabaron llamándole así.
En el centro la tía Rosalia, a la derecha, tía Guillermina, y de blanco,Lilila,
una prima hermana
sábado, 20 de noviembre de 2010
ESCOLARIZADA
En Septiembre de 1952 empecé la enseñanza "obligatoria", aunque se puede decir que para mí era la 2ª etapa como alumna.
Doña Rosa, que así se llamaba la maestra, lo era de verdad, aunque la escuela, propiamente dicho, no lo era.
Por aquel entonces se empezó a construir lo que sería la escuela de verdad,
pero mientras tanto, como éramos pocas niñas, se habilitó una estancia para tal menester, en la casa particular de Doña Carolina, que había sido maestra de mi padre; supongo que ella estaría jubilada, por eso venía Doña Rosa, que vivía bastante lejos. Por cierto, cuando televisaron la serie de "Heidi",la señorita Rotenmeller me la hizo ecordar.
Esta escuela estaba más cerca, y el trayecto era mucho más cómodo.
Doña Rosa, que así se llamaba la maestra, lo era de verdad, aunque la escuela, propiamente dicho, no lo era.
Por aquel entonces se empezó a construir lo que sería la escuela de verdad,
pero mientras tanto, como éramos pocas niñas, se habilitó una estancia para tal menester, en la casa particular de Doña Carolina, que había sido maestra de mi padre; supongo que ella estaría jubilada, por eso venía Doña Rosa, que vivía bastante lejos. Por cierto, cuando televisaron la serie de "Heidi",la señorita Rotenmeller me la hizo ecordar.

Esta fue mi segunda escuela , y más a la derecha está la casa de Luisa ,una de mis mejores amigas, y en la que hemos pasado muy buenos momentos.
VIDA ESCOLAR
( segunda etapa)
Veo logo asegunda etapa
da miña vida escolar,
hast'a carretera xeneral
habíamos de baixar.
A maestra, Doña Rosa
deportista consumada
chegaba desde Marzán
na bicicleta montada.
Outro recordo que teño
d'aquela etapa escolar
era'hora do recreo.
Frente mismo d'ascola
había un'ha casona
con murados o redor:
era'casa dos de Cora,
¡toda un'ha tentación
pras picaríñas d'ascola!
pois dentro había de todo;
peras, mazás, ameixas...
¡e hasta amoras!.
Mentras as grandes entraban
as catívas vixilábamos,
élas comían dentro
e's de fora"ayunábamos".
D'ascola de Doña Rosa
outro recordo me queda,
ca titular da misma
era Carolina Reina.
Non sei ven porque razón
as clases non impartía,
auque s'usaba un local
da casa donde vivía.
Cando as once da mañá
no reloiño sonaban
chegaban unhos olores...
co apetito despertaban,
pois a sua filla Ermitas
a comida preparaba.
E xa non macordo mais
d'ascoa da carretera
pois namais que un curso
foi o c'asistín a ela.
viernes, 19 de noviembre de 2010
CANGURITO

De mis cuatro o cinco años, cuando mi hermana era aún un bebé, recuerdo que mi madre tenía que salir a tender la colada, y el tendal estaba en la parte trasera de la casa. Mi hermana dormía, y me encargó que si lloraba la fuera a buscar. Yo no sé si lloró, lo que sé es que debí de mecerla con tanto brío, que cuando vino mamá, la cuna estaba volteada y la niña debajo.
Otro día la baje en brazos desde el piso de arriba ycuando mi madre me "pilló" realizando la hazaña, se le pusieron los pelos de punta, pues los escalones, unos diez, eran empinados y la zona un poco obscura.
Supongo que a medida que vaya avanzando irán saliendo nuevos
recuerdos, sobre todo , los más significativos.
EL PINO
Por la carretera de la Veiga, a medio camino-más o menos- entre Vilachá y Vilasindre, hay un pino, más que centenario, en forma de medio arco. No se sabe si lo plantó alguien, o nació de alguna semilla, pero es curioso, porque esa zona siempre fue de labradio, ya en tiempos de mis abuelos, aunque ahora sea tierra de pastoreo, porque ya la gente no trabaja el campo en grandes extensiones, para vivir de sus cosechas.
Como decía, el pino ha sido siempre un punto de referencia para los del lugar. El actual alcalde, en un edicto, ha prohibído que lo corten, algo que me alegra sobremanera; ya que perdí el castiñeiro, que me conserven el pino.
jueves, 18 de noviembre de 2010
VILASINDRE
Limitando con mi barrio, y justo en la falda de la montaña, está Vilasindre.
Ahí vivia una família de campesinos que tenían una hija manca, y ello la condicionaba bastante para trabajar en el campo; por ese motivo, solo ayudaba en lo qu podía durante el verano, y en invierno, daba clases de pre-escolar,así, cuando a los seis años los niños empezaban la enseñanza obligatoria, ya tenían un poco de ida de lo que era la escuela.
Esta família, tenían un terreno de cultivo delante de casa, y cuando venían a sembrar o a recojer la cosecha, yo me pasaba el rato con ellos.
Una de esas veces, Aurelia(la manca) le comentaba a mamá que yo era muy expresiva, y con mucha curiosidad por aprender; mi madre aprovechó la casión para comentarle que le gustaría mandarme a su escuela antes de que naciera mi hermana, pero que temía de que me cansara de caminar,(yendo por un atajo, que era un sendero, hay unos 800
metros, y por la carretera, algo más de un kilómetro, y yo solo tenía tres años y medio). Al final quedaron que empezaria en Septiembre y yo marcaría la pauta.
Recuerdo que la ida la hacíamos por el atajo llamado "a carreira" y a mi me recordaba el cuento de caperucita roja porque el trayecto era todo por la montaña, y solo íbamos Paca, Cita, Pepita y yo, que era la benjamina.
La casa que sobresale fue mi primera escuela y allí muy cerca donde solíamos jugar,había un viejo castaño. Bastantes años despues me acerqué por allí, pero el viejo castaño ya no estaba; en su lugar, más o menos, crecía este hermos ejemplar. No se si será hijo o nieto, pero es de la misma familia.Contemplándolo, me salió este pequeño poema.
La vuelta la hacíamos por la veiga, y entonces sí que nos encontrábamos con los labradores que hacían o venian de hacer sus faenas en el campo.
Creo que mi placer por caminar ya viene de esa etapa.
Ahí vivia una família de campesinos que tenían una hija manca, y ello la condicionaba bastante para trabajar en el campo; por ese motivo, solo ayudaba en lo qu podía durante el verano, y en invierno, daba clases de pre-escolar,así, cuando a los seis años los niños empezaban la enseñanza obligatoria, ya tenían un poco de ida de lo que era la escuela.
Esta família, tenían un terreno de cultivo delante de casa, y cuando venían a sembrar o a recojer la cosecha, yo me pasaba el rato con ellos.
Una de esas veces, Aurelia(la manca) le comentaba a mamá que yo era muy expresiva, y con mucha curiosidad por aprender; mi madre aprovechó la casión para comentarle que le gustaría mandarme a su escuela antes de que naciera mi hermana, pero que temía de que me cansara de caminar,(yendo por un atajo, que era un sendero, hay unos 800
metros, y por la carretera, algo más de un kilómetro, y yo solo tenía tres años y medio). Al final quedaron que empezaria en Septiembre y yo marcaría la pauta.
Recuerdo que la ida la hacíamos por el atajo llamado "a carreira" y a mi me recordaba el cuento de caperucita roja porque el trayecto era todo por la montaña, y solo íbamos Paca, Cita, Pepita y yo, que era la benjamina.
La casa que sobresale fue mi primera escuela y allí muy cerca donde solíamos jugar,había un viejo castaño. Bastantes años despues me acerqué por allí, pero el viejo castaño ya no estaba; en su lugar, más o menos, crecía este hermos ejemplar. No se si será hijo o nieto, pero es de la misma familia.Contemplándolo, me salió este pequeño poema.
![]() |
Cativiña aínda era
cando comencei a ir a escola
da señora Aurelia.
Iba con Paca, Pepita,
e Cita de Andrés.
Subíamos po la carreira,
e a hora de volver
baixábamos po la veiga.
Aínda m'a cordo
d'aquel catiñeiro vello,
rugoso,
e medio seco
con un furado no medio.
Os que eran mais grandiños
po lo furado subían,
e cando chegaban enrriba
sentábanse nas ramiñas.
Eu, como era cativa
quedaba embaixo, soliña.
La vuelta la hacíamos por la veiga, y entonces sí que nos encontrábamos con los labradores que hacían o venian de hacer sus faenas en el campo.
Creo que mi placer por caminar ya viene de esa etapa.
miércoles, 17 de noviembre de 2010
CELOS
La tía Guillermina
Un buen día, se presenta mi primo Vicente para comunicar que la tía Chela tenía otra niña.
Mi tía no quiso perder el tiempo, y aquella misma tarde, nos encaminamos a mi casa.
Creo que el primer recuerdo de mi niñez, del que soy consciente, fue cuando, al entrar en el dormitorio y ver a mamá en la cama, di un salto para subirme a la misma, supongo que buscando una caricia. Fue entonces cuando a su lado vi al bebé.
No sé si cojí un berrinche, lo que sí recuerdo, es que me puse debajo de la cama, y ya no sé si me sacaron o salí; pero yo cre que, en mi interior, percibía de que " ALGO" había cambiado.
Y creo que ahí empezaron a forjarse los celos que, durante años, sentí por mi hermana .
Muchos años despues, recordando esos sentimientos, los canalicé en la siguiente poesía que escribí en gallego, porque mi sentir entonces era en ésta lengua, y me expresaba mejor
Había tres anos e medio
ca este mundo eu chegara,
e fixeronme un'ha faena:
eu era a reina da casa
e trouxeron outra nena.
Taba no fondo de Nois
cando chegou a noticia.
A tía Chela de Cangas
tivera outra neniña.
E aquela mesma tarde
coa tía Guillermina
chegámonos hasta Cangas
pra coñecer a hermaíña.
A premeira impresión
non poido ser mais nefasta.
Cando entramos n'habitación
acheguéime hasta cama,
intentando dar un salto
pa a miña nai vicala.
Víronme a intención
e pránronme no intento,
foi entón, cando vín eu
ca "INTRUSA" taba dentro.
Eu nonsei o que sentín,
metíme baixo da cama
e non sei cando salín.
Durante os primeiros anos
miña hermá foi un'ha carga,
ademáis de quitarm'os mimos
¡encima naceo con asma!.
Eu non podía correr,
eu...non podía saltar
porqu'ela querioi facer
e non podía respirar.
Así que tíñai c'atender
e quedábame sen xogar.
S'ela non pode correr,
tampouco pode saltar,
¡puñetas! ¿que culpa teño eu
da asma de miña hermá?
Menos mal , que cos aniños
comenzas a razoar,
e oxe non a cambiaría
por ningun'ha otra hermá.
( porque non poido)
Un buen día, se presenta mi primo Vicente para comunicar que la tía Chela tenía otra niña.
Mi tía no quiso perder el tiempo, y aquella misma tarde, nos encaminamos a mi casa.
Creo que el primer recuerdo de mi niñez, del que soy consciente, fue cuando, al entrar en el dormitorio y ver a mamá en la cama, di un salto para subirme a la misma, supongo que buscando una caricia. Fue entonces cuando a su lado vi al bebé.
No sé si cojí un berrinche, lo que sí recuerdo, es que me puse debajo de la cama, y ya no sé si me sacaron o salí; pero yo cre que, en mi interior, percibía de que " ALGO" había cambiado.
Y creo que ahí empezaron a forjarse los celos que, durante años, sentí por mi hermana .
Muchos años despues, recordando esos sentimientos, los canalicé en la siguiente poesía que escribí en gallego, porque mi sentir entonces era en ésta lengua, y me expresaba mejor
Había tres anos e medio
ca este mundo eu chegara,
e fixeronme un'ha faena:
eu era a reina da casa
e trouxeron outra nena.
Taba no fondo de Nois
cando chegou a noticia.
A tía Chela de Cangas
tivera outra neniña.
E aquela mesma tarde
coa tía Guillermina
chegámonos hasta Cangas
pra coñecer a hermaíña.
A premeira impresión
non poido ser mais nefasta.
Cando entramos n'habitación
acheguéime hasta cama,
intentando dar un salto
pa a miña nai vicala.
Víronme a intención
e pránronme no intento,
foi entón, cando vín eu
ca "INTRUSA" taba dentro.
Eu nonsei o que sentín,
metíme baixo da cama
e non sei cando salín.
Durante os primeiros anos
miña hermá foi un'ha carga,
ademáis de quitarm'os mimos
¡encima naceo con asma!.
Eu non podía correr,
eu...non podía saltar
porqu'ela querioi facer
e non podía respirar.
Así que tíñai c'atender
e quedábame sen xogar.
S'ela non pode correr,
tampouco pode saltar,
¡puñetas! ¿que culpa teño eu
da asma de miña hermá?
Menos mal , que cos aniños
comenzas a razoar,
e oxe non a cambiaría
por ningun'ha otra hermá.
( porque non poido)
martes, 16 de noviembre de 2010
OTRO BEBE
Poco antes de cumplir los tres años, mi madre quedó de nuevo embarazada, y poco antes de salir de cuentas, me llevaron acasa del abuelo para que la tía Guillermina se hiciera cargo de mí. Y un Sábado por la tarde, yo no quería retirarme de la ventana, porque los niños que venian a catequesis estaban jugando al rededor de la iglesia, que está en frente.
Ella me preguntó si quería jugar con ellos, y al contestar afirmativamente
me acompañó, y le explicó al señor cura la situación. El no puso pegas, y quedaron en que vendría a recojerme acabada la hora de catequesis.
Una vez dentro y en un momento dado, preguntó quien se atrevía a rezar el Padre Nuestro.
Yo puse mi mano en alto, y el no creía que lo supiera, pero me dió opción, como nueva, de que lo rezara. Lo hice sin titubear, porque lo sabía, pues como me pasaba todo el día pegada a mi madre, ella para entretenerme sin dejar de hacer la faena, me enseñaba a rezar y a cantar.
¡¡ LISTIIIISIMA!!
Cando naceo miña hermá
mandáronme pa casa do abuelo,
pro... aburrríama moito
porque non había nenos.
E o Sábado pola tarde
que viñan pro catecismo.
Eu mireinos sorprendida.
¿queres ir tú tamén?
preguntoume a miña tía.
Entrei na igrexa cos nenos,
e o cura preguntou
quen sabía o Padre Nuestro.
Eo, sen pensalo duas veces
en alto puxen o dedo.
El non podía creélo,
pero dixome que comenzara
pra así, poder sabelo.
Nin corta nin perezosa
comencei coa voz moy clara,
rezandoi toda segura
sen fallar un'ha paraula.
Sorprendido, preguntoume
quen mo enseñara.
Dixenlle " a miña mamá
cando pela as patacas".
O cura, moy admirado
contoullo a miña tía.
E a mín contoumo mamá
cando xa fun mais grandiña.
Pois....de verdá, non m'acordo
de que eo fora TAN LISTA.
Ella me preguntó si quería jugar con ellos, y al contestar afirmativamente
me acompañó, y le explicó al señor cura la situación. El no puso pegas, y quedaron en que vendría a recojerme acabada la hora de catequesis.
Una vez dentro y en un momento dado, preguntó quien se atrevía a rezar el Padre Nuestro.
Yo puse mi mano en alto, y el no creía que lo supiera, pero me dió opción, como nueva, de que lo rezara. Lo hice sin titubear, porque lo sabía, pues como me pasaba todo el día pegada a mi madre, ella para entretenerme sin dejar de hacer la faena, me enseñaba a rezar y a cantar.
¡¡ LISTIIIISIMA!!
Cando naceo miña hermá
mandáronme pa casa do abuelo,
pro... aburrríama moito
porque non había nenos.
E o Sábado pola tarde
que viñan pro catecismo.
Eu mireinos sorprendida.
¿queres ir tú tamén?
preguntoume a miña tía.
Entrei na igrexa cos nenos,
e o cura preguntou
quen sabía o Padre Nuestro.
Eo, sen pensalo duas veces
en alto puxen o dedo.
El non podía creélo,
pero dixome que comenzara
pra así, poder sabelo.
Nin corta nin perezosa
comencei coa voz moy clara,
rezandoi toda segura
sen fallar un'ha paraula.
Sorprendido, preguntoume
quen mo enseñara.
Dixenlle " a miña mamá
cando pela as patacas".
O cura, moy admirado
contoullo a miña tía.
E a mín contoumo mamá
cando xa fun mais grandiña.
Pois....de verdá, non m'acordo
de que eo fora TAN LISTA.
lunes, 15 de noviembre de 2010
¡NACÍN!
Abril 1947 - Loli 13 meses-
Era o día dous de Marzo
do ano corenta e seis
-acabandose o imberno-
cando a este mundo cheguei.
Trovei con defecultades
pra encontrar a saída
por eso, no meo frontal
levo marcada unha cinta.
Pos meos abós paternos
eu fun a primeira neta,
e pa miña tía Lola
a sobriñiña primeira.
Din que miña tía era
de Cangas, a mais guapiña.
Alegre, dicharacheira,
e tamén moi ben feitiña.
Aínda que eu era cativa
teño un vago recordo
de cando ela se pintaba.
E tamén do seo casorio.
Casou con Xosé de Rosario
veciño de toda a vida,
primeiro tiveron un neno
e despois chegou Visita.
A tía Lola levaba
un sello no seu dediño,
regalobde nosa madriña
Dolores Sa Lourido.
Por ter as mesmas iniciais
levalo a mín ne tocaba,
Eu non deixaba de decirllo
cando a ocasión se prestaba.
Por certo, o meo comentario
eu de broma llo facía,
porque miña tía Lola
ten unha filla.
Por eso como sería
a emoción que sentín eu
cando en Premiá, un día
a miña prima me deo
o sello de miña tía.
Que se con moito cariño
a miña prima mo deo,
con alegría e orgullo
no meo dedo levoi eu.
Non me importa o diseño,
nin tampouco o seo valor.
Impórtame que é o recordo
de duas xeneracios.
Desde o día que o puxen
non o volvín a sacar.
Por eso a miña tía,
cada día,
volvo a recordar.
Era o día dous de Marzo
do ano corenta e seis
-acabandose o imberno-
cando a este mundo cheguei.
Trovei con defecultades
pra encontrar a saída
por eso, no meo frontal
levo marcada unha cinta.
Pos meos abós paternos
eu fun a primeira neta,
e pa miña tía Lola
a sobriñiña primeira.
Din que miña tía era
de Cangas, a mais guapiña.
Alegre, dicharacheira,
e tamén moi ben feitiña.
Aínda que eu era cativa
teño un vago recordo
de cando ela se pintaba.
E tamén do seo casorio.
Casou con Xosé de Rosario
veciño de toda a vida,
primeiro tiveron un neno
e despois chegou Visita.
A tía Lola levaba
un sello no seu dediño,
regalobde nosa madriña
Dolores Sa Lourido.
Por ter as mesmas iniciais
levalo a mín ne tocaba,
Eu non deixaba de decirllo
cando a ocasión se prestaba.
Por certo, o meo comentario
eu de broma llo facía,
porque miña tía Lola
ten unha filla.
Por eso como sería
a emoción que sentín eu
cando en Premiá, un día
a miña prima me deo
o sello de miña tía.
Que se con moito cariño
a miña prima mo deo,
con alegría e orgullo
no meo dedo levoi eu.
Non me importa o diseño,
nin tampouco o seo valor.
Impórtame que é o recordo
de duas xeneracios.
Desde o día que o puxen
non o volvín a sacar.
Por eso a miña tía,
cada día,
volvo a recordar.
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