miércoles, 29 de diciembre de 2010

SARAMPIÓN Y PAPERAS

Tengo que remontarme un poco atrás, pues creo que  ambas enfermedades
las pasé antes de los siete años, pero lo comento ahora porque se me pasó.
El sarampión lo pasamos juntas mi hermana y yo, cada una en su cama en el mismo dormitorio. Yo no me movía de la cama;  mi hermana no paraba en ella. Era una tortura, porque yo quería estarme quieta creyendo que así me pondría buena antes, y ella no paraba de incitarme.
Cuando las paperas ,no nos coincidió juntas, pero recuerdo que un Domingo yo no podía ni pasar agua, y  era el día que papá se pasaba por el bar y nos traía una rosquilla grande para cada una, yo no podia comerla y la quería guardar para cuando me pusiera buena, mi hermana me decía que para entonces estaría como una piedra, que la podía comer ella ¡ajá! me dije yo, antes me la trago, aunque me cueste, y...¡vaya si me costó! pero fue una satisfacción ver que ella se quedaba con las ganas.
Ahora que lo pienso, creo que no era tan buena como creía.
Bueno, supongo que serán cosas de niños.

1 comentario:

  1. ¡Bueno para que luego se diga que las mas pequeñas se libran de todo! eso es un dicho pero no siempre un hecho.
    Yo de la rosquilla no me acuerdo, y por supuesto que no eras tan "bueniña" tenias tus momentos como todos.

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