miércoles, 29 de diciembre de 2010

DÍA DE REYES

El tío Andrés era el hermano pequeño de mi abuela  paterna.
Ese año que empezaron a entrarme las dudas sobre la veracidad de los Reyes Magos. 
Después de ver las cosas que me dejaran en casa, y de mirar atentamente, por el entonces camino de barro que pasaba delante de la misma, y por donde, supuestamente, tenian que que llegar los Magos, yo no entendia como podian quedar marcadas las huellas de Perla, que pesaba poco, y las de los camellos, que eran tres y con mucho peso,  no se veía ni rastro. Decepcionada, me acerqué a casa del tio Andrés que vivía a pocos metros, y me lo encontré buscando como un loco sus zapatillas; decía que los Reyes se las habían cambiado de sitio. Entonces, se me disiparon las dudas, los Reyes eran de verdad.

4 comentarios:

  1. muchisimas gracias por compartir este bellisimo texto lleno de ternura e inocencia, recibe un besin de esta asturiana muy gande.

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  2. Bonitos recuerdos los que compartes con nosotras,los Reyes Magos es la fiesta más entrañables especialmente cuando se es niño.
    Feliz Año Nuevo.
    Un abrazo.
    Rosa.

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  3. Acabo de leer todo lo atrasado que yo no había visto, fue una bonita lectura de primero de año, me gusta como nos haces llegar tus vivencias ¡gracias Loli!.
    Abrazos.

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  4. ¿Que quereis que os diga? Me encanta que sigais mis recuerdos, y a mi me gusta recordarlos, porque "recordar es revivir". Gracias.

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