domingo, 10 de marzo de 2013

RELAJADAS


Ya estamos en nuestra casa de Cangas.  Aunque siempre dejamos todo limpio cuando nos marchamos, al volver es inevitable dar un repaso y "lavar la cara" a toda la casa, pues  siempre aparecen pequeños bichitos voladores muertos al rededor de las ventanas.
Despues de la puesta a punto y con la despensa llena, es cuando nos dedicamos a visitar a familia y amigos, también  a recibir a todo aquel que nos quiera visitar.
Estar en Cangas es volver a mis raices, reencontrarme con mis amigas de siempre, recordar episodios de nuestra infancia o juventud que tanta gracia nos hace, pararme a charlar sin prisa con los padres de una amiga o con la nieta del vecino. En fin, estar en Cangas es cargar, no las pilas, si no la batería completa, y mientras podamos ir por nuestros propios medios así lo haremos porque es un bálsamo para el cuerpo y para la mente.

1 comentario:

  1. Haciendo honor al nombre de este blog, es bueno recordar siempre las raíces de cada cual,y que nunca deberíamos perder.

    Un abrazo.
    Rosa.

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