Ahora nos toca a nosotros ir haciendo las maletas porque ya estamos a 2 de Septiembre, pero antes , y si el tiempo acompaña - o sea, si llueve, como en este caso - se repite el ritual de cada año, que es la búsqueda de caracoles.
La verdad es que esta búsqueda es tan simple como productiva. A la que caen cuatro gotas hay caracoles por todas partes sin siquiera movernos de casa como en esta ocasión que están David y Kike justo a la entrada de casa.
Hace años mi hermano llevó una olla para comerlos en el centro social con los amigos, y los conocidos que estaban por allí se guaseaban de ellos, diciendo que hacía falta estar muy hambriento para comerlos; pero entre bromas y veras a todos les "picó" la curiosidad por saber que sabor tenían, y a la mayoría les gustó. De hecho luego cada año se apuntaban a un aperitivo de caracoles.
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ResponderEliminarHola Loli, Pues mira que soy "tragona" pero te puedo asegurar que con los caracoles y la casquería no puedo. Aunque me dieran dinero por ello.
ResponderEliminarLa gente dice que estan buenísimos pero como que no.
Un beso
Te pasa lo que a la mujer de un primo mío, dice que antes muerta. Siempre hay algo que se nos resiste ¿que le vamos hacer? Tal vez algún día te "pique" la curiosidad y descubres que te gustan.
ResponderEliminarUn beso y gracias por dejar tu opinión.
Loli.