jueves, 24 de noviembre de 2011


Mis padres: Manuel y Celia

 Después de pasar el verano en Cangas cerraron la casa provisionalmente, con ganas de pasar aquí el invierno, donde estábamos los hijos, y retornar en primavera. A mamá le costó decidirse pero papá estaba ilusionado y feliz como un niño con zapatos nuevos.
Mi padre venía con gastroenterítis, como  cuando se marchó, y aunque habíamos ido a consulta médica éste, al igual que nosotras, no le dió demasiada importancia, achacándolo al cambio de clima, al agua etc, pero al volver, despues de casi cuarto meses     consideramos que el proceso se alargaba, por lo que volvimos nuevamente a consulta y el doctor le mandó una dieta, a las dos semanas otra más estricta, y ya entonces nos envió al especialista.

                                                                  Junio de 1985

Era el 13 de Diciembre y el 28 pasó por quirófano. Después de tantos años sin pasar las Navidades  juntos este que estábamos todos, y muy  ilusionados, la ilusión se fue de un plumazo. Mi padre tenía cáncer de colon muy avanzado. Falleció en la madrugada del 2 de Febrero, día de la Candelaria y aguantó mucho más de lo que los médicos esperaban porque tenía un corazón a prueva de bomba.
Nos quedó el consuelo y la satisfacción de saber que en todo momento le hemos acompañado de noche y de día, y también el saber que no sufrió, desde que se le detectó la enfermadad hasta que se fue.
 Nunca dijo nada, pero yo creo que en su fuero interno, se dió cuenta que no volvería a Cangas ,como tenían proyectado.


5 comentarios:

  1. Poco disfrutasteis de estar todos juntos.

    Que injusta es la vida!!!. A mi madre la pasó parecido. Toda la vida trabajando como una burra para sacarnos adelante (se quedó viuda demasiado pronto) y siempre soñando con la jubilación y cuando la llegó la jubilación poco la disfrutó pues a los dos años cayó enferma y en ocho meses se murió.

    Un abrazo Loli. Espero la continuación.

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  2. Loli, ya sabemos que la vidas en ocasiones es muy injusta, quien no tenemos en la familia casos parecidos, pero siempre debemos pensar en los que quedamos y con fuerza salir adelante, especialmente por los peques, ellos lo merecen.
    Un abrazo.
    Rosa.

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  3. Hola, Loli:

    Aunque tristes, son muy entrañables tus recuerdos.

    Un abrazo.

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  4. Desde luego es ley de vida ¡pero cuanto se hecha a faltar! creo que mamá fue muy valiente y muy comprensiva con nosotros,al intentar sentirse contenta.menos mal que las nuevas generaciones le dan animos.

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  5. La verdad Chus, es que siempre idealizamos como podía haber sido y no damos las gracias por como fue. En este caso si mis padres continuaran en Cangas para nosotras habría sido imposible estar continuamente a su lado de la forma que estuvimos. Poder acompañarle cada día y seguir su evolución dentro del lógico dolor es una satisfacción que la llamadas.
    telefónicas no te proporcionan.

    Pues sí Rosa,No hay mal que cien años dure y el tiempo va mitigando el dolor.

    Evidentemente Rafael, rememorar el fallecimiento de alguien tan importante en mi vida como lo fue mi padre no deja de ser un recuerdo trite.

    Ya sabes que mamá tiene a buen recaudo sus sentimientos, más aún si sabe que exteriorizandolos nos hace sufrir¡que le vamos hacer! a estas alturas no vale la pena cambiarla! pero ciertamente lo pasó bastante peor de lo que nos hacía ver.
    NO TENGO ENTRADA EN MI BLOC ASI QUE SOY ANÓNIMA.

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