miércoles, 16 de febrero de 2011

PREPARANDO LA CANASTILLA

Finales de Mayo de 1963.
Estábamos las tres, - mamá Celi y yo - haciendo algo en el huerto, cuando mi hermana, (como siempre), le pedía a mamá , por enésima vez, un vestido para estrenarlo por San Juan; mi madre le  decía que no podía ser, porque pronto tendríamos unos gastos extras.
-Pues ¿qué vamos a comprar?
* Tenemos que preparar una canastilla completa.
- ¡Para quién? ¿para la tía Lola?.
* No.
- ¿Para la tía Guillermina?
* Tampoco.
- Pues...¿para quién?
* Para nosotros. Viene un hermano en camino.
Después de la sorpresa, la reacción fue de alegría.
Antes de poner a mi hermana al corriente, me lo había notificado a mi, y le preocupaba mucho la forma en que yo recibiría la noticia, pues tenía 17 años, y a esa edad,nunca se sabe como se pueden asimilar noticias como esta.
En el "bis a bis" que mantuvimos las dos, no recuerdo la conversacion completa, lo que si recuerdo fue  un comentario, (fiel reflejo de lo que sentía) que la dejó tranquila y orgullosa de mi actitud, porque  lo que le dije fue:
- Mamá, mejor que la canastilla la tengamos que hacer para mi hermano, y no para mi hijo-.
Y es que mamá tenía 39 años cuando nació mi hermano. Hoy con esa edad no se es mayor, pero entonces así lo parecia, y más teniendo dos hijas mocitas.
Enseguida nos quisimos poner a bordar y tejer el ajuar del bebé, pero mamá nos pedía tranquilidad, pues le parecía pronto, eso que cuando nos lo dijo ya estaba de cuatro faltas.
Pasaron los meses y llegó Septiembre.
Día 23. Como cada Domingo, me levanto para ir a misa de ocho; entonces viene papá y me dice que mejor no vaya, mamá pasó mala noche y se va a buscar al médico, yo que avise a la comadrona, y Celi a la tía Lola, que está allí mismo.
Nos pusimos en marcha, hirviendo agua y preparando toallas y ropa de cama. Con mamá estábamos, la comadrona la tía y yo.
Cuando la comadrona coge al bebé, yo vi algo largo y... ( ¡que inocente era!), con las ganas que tenía de niño, creí que era el pene. Tan segura estaba,que en ese momento de alborozo siento subir por la escalera a papá, hablando con el médico, y yo fui toda nerviosa a su encuentro, diciéndoles que ya estaba, y que era un niño.
Cuando le cortan el cordón umbilical, me doy cuenta de mi error, y no pude menos que reírme para mis adentros, pero después de todo, fue un niño. Deseado, descolgado, y por ese motivo, mimado.
Para nosotras fue como un muñeco grande, con el que jugábamos a ser mamás.

3 comentarios:

  1. muchisimas gracias por hacernos participes de tus recuerdos tan bellos, esta asturiana te da un monton de gracias y te manda muchos besinos.

    ResponderEliminar
  2. Hola Loli: Poco a poco voy normalizando mi entrada en los blogs amigos. Y es que desde que hemos venido del viaje, con las fotos y con el relato del viaje que he colgado en un foro de viaje mas mi blog, de verdad que no he tenido tiempo de haceros visitas ni de dejaros comentarios.

    Ahora poco a poco empiezo y es que todo no se puede leer de golpe. Bueno este relato tuyo me ha encantado. Muy entrañable.

    A mi también me vino un hijo "descolgado", pero no con tanta diferencia de años, se lleva 11 años con el mayor y 9 con el segundo, y fue una niña, la deseada niña desde que me casé tardó 11 años en llegar pero por fin pude tenerla en mis brazos y disfrutarla como no disfrute de los otros ya que trabajaba mucho en esa época. Cuando nació mi niña, al poco tiempo destinaron a mi marido al extranjero y deje de trabajar y entonces todo mi tiempo era para los míos, pero en especial para mi princesa. Pero..... la vida...... muchas veces no paga con la misma moneda y ..... así es la vida.

    Un beso, me que quedo por aqui un rato poniendome al dia

    ResponderEliminar
  3. Loli, a mi me paso un poco como a ti,solo que yo me llevo casi 10 años con mi hermano pequeño, también hice parte de su canastilla hecha a media,peucos, jerséis gorros etc, etc,mi madre trabajaba y mi hermano mayor y yo nos cuidábamos de el; Recuerdo que con años 14 años y el cuatro,me lo tenia que llevar, cuando salia con las amigas y le hacia enfadar para que le dijera a mamá que no quería ir conmigo ¡que mala era!!!!.
    Un abrazo.
    Rosa.

    ResponderEliminar