martes, 4 de diciembre de 2012

YA PISAMOS FIRME

Después del susto de Silvia volvemos a  a mirar el día a día con una nueva ilusión, y la primera más significativa fue la jubilación de David a los 64 años. El régimen del mar es distinto, y debido a ello pudo hacerlo un año antes.                                                                                                                                                                                                    


La verdad que es una gozada llegar a la jubilación con la ilusión de que empiezas una nueva vida. Sin prisas, sin agobios,
 con ganas de hacer muchas cosas, pero cuando tú quieras, no cuando  el tiempo te lo permita. Así es como llegó el, lleno de una ilusión que yo compartía plenamente.






David  es muy activo, por eso pronto empezó a buscarse un entretenimiento y empezó por hacer una pérgola en el jardín,
 con su mesa para 12 comensales-que casi siempre se nos queda pequeña- y un par de bancos a cada lado.   Era su primera obra, pero como le salió bien, no sería la ultima.



             
Lo primero que pensó mi hermana cuando mi marido se jubiló fue en que podíamos organizar un viajecito los cuatro. Nosotros ni nos lo planteamos porque no somos nada viajeros, pero durante las vacaciones en Cangas una y otra vez volvía a la carga, según ella "para mentalizarnos" y como es tan persistente al final lo consiguió.




   Nos marchamos  a Mallorca pasar diez días a finales de Septiembre aprovechando unos días personales que yo tenía.
Alquilamos un coche y nos desplazábamos a nuestro antojo por lo que nos recorrimos toda la isla.
Tanto Celi como David son los promotores para poner algo en marcha, Enrique y yo, más tranquilos, los seguíamos al relentín, pero los cuatro muy bien sincronizados.


El penúltimo día de nuestra estancia coincidió con el cumpleaños de mi hermana y para ese día ya teníamos marcado el itinerario. Nos fuimos al puerto de Andraix donde nos dimos un paseo hasta el final y tomamos el vermut. 
Luego nos acercamos hasta el puerto de Soller para comer   un arroz de bogavante al que mi hermana nos invitó. Terminamos con otro paseo haciéndonos esa foto para el recuerdo, y luego entramos en las tiendas de suvenirs para traer cuatro cositas.  Nos costó decidirnos hacer esta salida, pero no nos arrepentimos porque lo pasamos fenomenal.


                              
   



                 


5 comentarios:

  1. Loli, ¿que tal estás? Vengo a saludarte, gracias por tus comentarios, y me encanta leer tus crónicas familiares, disfrutad mucho todos reunidos que es una maravilla.
    Un abrazo

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  2. Loli, felicidades a tu marido por esa prejubilación.
    ¡Disfrutad de esta nueva etapa!!!
    Bss

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  3. Hola, Loli.
    Parece que David es un manitas y sabe como aprovechar el tiempo que tiene libre después de su jubilación.
    Abrazos.
    Rosa.

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  4. Hola, Loli. Ya estoy en casita y me he venido a visitar tu blog pues llevo dos entradas atrasadas, jeje. Me ha gustado mucho esta, en la que cuentas lo de la jubilación de tu marido y las cosas que empezó a hacer después. Me parece fantástico. Además, que la mesa está genial!!!
    También imagino que ese viaje que hicisteis con tu hermana y tu cuñado nunca lo olvidaréis. Como tú dices hay que quedarse con las cosas buenas y esta es una de ellas. Las demás, mejor olvidarlas, o al menos no estar siempre acordándonos de ellas.

    Un abrazo grande
    Conchi

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  5. Gracias amigas. Como veis mi dia a día es de lo más normal, de lo que si me doy cuenta es que ya no es tan habitual tener una relación tan fluida y cercana con la familia como yo la tengo y por lo que cada dia doy gracias a Dios.

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