EXODO

 La juventud ya regresó a Barcelona y nos quedamos los habituales de siempre, ello contribuye a que estemos más tranquilas y dispongamos de más tiempo para nosotras.
 En definitiva, que empecemos "nuestras" vacaciones.
 Yo me quiero dar un remojoncito tranquila pero Claudia, mi ahijada, me lo impide, porque le encanta hacerme ahogadillas algo que me molesta mucho, pero ¿que le vamos hacer? vale la pena aguantar la molestia por el placer de ver lo bien que se lo pasa.

                                 Celi y Quique no perdieron el tiempo esperándonos

Es la fiesta del mejillón en Rinlo, un pueblecito pesquero que a mi me encanta, y donde  hay un restaurante que tiene fama de hacer el mejor arroz de bogavante de los alrededores. Nosotros no nos dimos el gusto de saborearlo por dos razones, o casi que podríamos decir que por tres.
La  primera : cuando se solicita la mesa pueden tardar más de un mes en dar la fecha. No nos interesa.
La segunda: el alto precio que se paga.  No nos interesas.
La tercera y principal: mi marido, el señor David, hace unas paellas de bogavante y un suquet de peix que le quedan salen buenisimas y nos salen mucho más económicas a parte que lo hacemos el día que nos viene de gusto.
 Pues este día nos fuimos a la fiesta del mejillón, ellos tuvieron la suerte de poder aparcar antes y nos esperaron en la carpa; cuando llegamos ya se tenían trincado media ración de percebes, así la espera fue más llevadera.   
                                                                 ¡No saben nada los gachís!