jueves, 12 de julio de 2012

VEINTICINCO AÑOS DESPUÉS

Recibimos  muy ilusionados 1997,  ya que seis semanas más tarde -12 de Febrero- celebraríamos 25 años de vida en común, durante los cuales no todo fue  fácil, sobre todo a nivel económico y de salud. En cuanto a  pareja, nuestras dificultades de adaptación y  entendimiento  siempre fueron mínimas. A pesar de nuestra diferencia de carácter y criterios,  al final siempre llegábamos a un consenso.
Estábamos  muy satisfechos de poder resarcirnos de  hacer, en nuestras bodas de plata, lo que no nos fue posible cuando nos casamos; festejarlo con la familia más allegada y amigos más íntimos, quitándonos en parte la espinita  que desde entonces teníamos clavada. No es que eso nos atormentara, pues siempre hemos sido consecuentes en vivir de acuerdo a nuestras posibilidades,
 pero el poder"desquitarnos" fue un placer añadido.
Y llegó el día 12, fresquito pero muy soleado. A las 12 del mediodía  el autocar nos recogió delante de casa donde le
  esperábamos con los invitados; la celebración era en"Can Tura" una masía de San Aniol de Finestras (Gerona) de la que éramos unos adictos comensales.
Llegamos sobre las 13,30,  por lo que disponíamos de una hora antes de la comida para entretenernos a nuestro albedrío por los alrededores. Se empezaron a hacer grupitos según las preferencias de cada uno, bien para pasear viendo los animales que estaban agrupados en cercas, según la especie, dar un paseo siguiendo el curso del río,  ver "pavonearse" a los pavos reales, magníficos, que estaban en el granero, y fueron la delicia de los más pequeños, o acercarnos a visitar la iglesia parroquial, a la que se acede por una amplia carretera   un poco pendiente pero asfaltada.Terminada nuestra visita nos tentaba el acercarnos a la destilería donde se lleva a cabo la comercialización del agua de S. Aniol, pero se nos hacia tarde y regresamos a la masía para dar comienzo al ágape. Durante el mismo no faltaron las bromas.. los chistes.. en definitiva , la alegría y el buen humor que suele predominar en estas situaciones.
Terminada la comida dio comienzo el baile en el que  participamos todos, amenizado por un cantante-pianista y coreado "también"  por todos. A las nueve de la noche teníamos que despedirnos para dar paso a los comensales de la cena, pero antes de decir adiós, en un arranque de ¿inconsciencia? ¿valentía? no se como definirlo  pero no me lo pensé, le pedí el micro al animador para dar las gracias a los presentes por compartir con nosotros ese día, y terminé cantándole una canción  a mi marido que decía algo así:



 Me parece que fue ayer
el día que te he conocido
yo te prometí querer
y  unimos nuestros destinos.
Hoy que han pasado los años
recuerdo con devoción
este dulce aniversario
con la mayor devoción.
Te acuerdas, cariño mío
del día de nuestra boda
hace 25 años, nuestras almas
                       En plena actuación                           no están solas
                                                                                    Te acuerdas, cariño mío 
                                                                                     siempre unidos hasta el fin
                                                                                     queriéndonos con delirio
                                                                                     queriéndonos con delirio
                                                                                     con un recuerdo feliz.
                                                                                     Eres mi gran ilusión
                                                                                     y contigo nuestros hijos
                                                                                     que más me puede dar Dios
                                                                                     si ya me dio tu cariño.
                                                                                     Hoy que han pasado los años. (repetición)
 Ni que decir tiene que todos acabaron con lágrimas en los ojos y nosotros fundiéndonos en un abrazo. Fue súper emocionante. Yo que me pienso tanto las cosas, nunca me arrepentí   de guiarme por aquel impulso. 
 Subimos al autocar y regresamos a casa donde me esperaba una sorpresa; al entrar en el dormitorio se me vino encima una nube de globos. Fue el "toque"  siempre imprevisto y alegre de la juventud. FIN DE ESTA CRÓNICA.
                                                                                     

3 comentarios:

  1. P.D.- La linea en la que se lee "en plena actuación" la puse debajo de la foto, no sé que pasó que se vino hacia abajo. Será que no le gustan las alturas. Loli

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  2. Loli, a veces esto no nos hace caso y las palabras bailan. ¿Serán las meigas, como dice Sabela?
    Qué entrada más bonita. Me alegro mucho que pudiérais celebrar vuestras bodas de plata como deseabais. Fue una celebración como de una verdadera boda!!! Y qué emocionante el que tú le cantaras esa bonita canción a tu marido. ¡Ayyy, me hubiese gustado estar allí!!

    Amiga, mucha salud y que celebréis las de oro igual de bien.

    Un abrazo
    Conchi

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  3. Loli, una celebración muy emotiva, imagino que tu marido estaría muy orgulloso cuando le cantaste la canción de Luis Lucena, por cierto tiene una letra preciosa, ojala podáis celebrar también las de oro y, repitas la canción.
    Un abrazo.
    Rosa.

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