domingo, 5 de junio de 2011

AÑO 1968 A GRANDES RASGOS

Amaneció un día lleno de sol, y quisimos aprovecharlo.
A pesar de ello, nos parecía que era como muy precipitado arriesgarnos a ir a la playa, y optamos por acercarnos hasta el rompeolas,  y tumbarnos en sus rocas más planas a tomar el sol, acompañadas de nuestro buen amigo Antonio, que fue el artífice de la foto un poco desenfocada, pues mi prima, entre que se está cambiando en un agujero, y encima no está al mismo nivel, casi pasa desapercibida.  A nuestro alrededor, más gente que habían tenido nuestra misma idea, a parte de los habituales pescadores de caña. Una estampa típica de aquellos años, y que hoy solo están en el recuerdo de quienes lo hemos vivído.
De vuelta , un alto en el camino para tomar un tente en pié en "El rey de la gamba", restaurante que un par de años después sería el preferido de nuestra colla para ir a cenar.
Y hasta aquí llega mi recuerdo del día 1 del primer mes de Mayo que viví en Barcelona.
Poco tiempo despues nos presentó a Jordi ,un amigo suyo con el que simpatizamos enseguida, y empezamos a salir los cuatro juntos. Eran el contrapunto. Antonio hablador, simpático, y bastante lanzado. Jordi era más callado, discreto, agradable y muy tímido, pero se entendían a la perfeción, y juntos pasamos veladas  muy, pero que muy agradables.
A  la vuelta de vacaciones yo tuve un flemón de muelas, y cuando me vió me dice" este mal trago hay que compensarlo con otro bueno" y ahí quedó la cosa, hasta que un día me llama y me dice: Loli, plego a las dos, ¿te parece que le diga a Jordi que pase a buscarte, me recogeis y vamos a comer los tres por ahí? (El era maitre en Casa Juan, un restaurante
muy  "chic" de las Ramblas) cuando llegamos había una cola bastante larga, entramos creyendo que ya nos estaría esperando para salir(bueno, eso lo creía yo, pues Jordi ya sabía que no) y cual no sería mi sorpresa cuando se acerca a saludarnos, vestido con su uniforme, y nos acompaña a una mesa situada justo al lado de una de las ventanas, con  vista a la Rambla, servicio para dos un , y un ramo de flores en el centro. Yo me quedé.... petrificada. Así era Antonio, un alocado.pero una bellisima persona y muy amigo de sus amigos.





Más tarde, y con la marcha de Pili y Tere, llegaron otras compañeras; unas casi que de pasada,  y otras, entre ellas Paquita, que permaneció con nosotras dos años y medio hasta que se quedó embarazada, y entonces nos dejó a petición de los dueños del piso.
 Ellos eran consecuentes de que un bebé puede dar malas noches, y consideraban un deber velar por el bienestar de las otras compañeras que convivíamos con ella.
Esta foto fue tomada en Malgrat, una población de la Costa Brava, el día 16 de Julio de 1968, donde  una compañera  de trabajo de Paqui  nos invitó a pasarlas con su familia.
 Mi prima Emi se había decantado por el grupo de
Pili y Tere, y yo me quedé con lo que teníamos en casa, bueno  con Paqui, pues Guadalupe, la otra chica, salía con sus compañeras de trabajo.
Tanto Emi como Paqui han tenido alguna que otra escaramuza  a nivel personal, y también individualmente ambas, tanto con Lupe como con Montse  la otra chica que vino cuando Lupe se marchó. Yo, en buena hora lo diga, jamás he tenido problemas con ninguna, y es que creo que era la más tolerante, a pesar que, por mi horario, era yo la que limpiaba el piso cada día, algo que tendríamos que repartir entre las cuatro y que  nunca heché en cara. Claro que tampoco nadie me pedía que lo hiciera, pero siempre opiné que para crear una convivencia medianamente llevable, todos tenemos que poner de nuestra parte, y yo aportaba lo que buenamente podía, que era la tolerancia. Y nunca me arrepentí de ello.



Natalia Comella, y su marido, Ramón Bafallú, eran los dueños del piso en el que vivíamos, y ellos habitaban otro en el mismo rellano.
Desde el primer momento fueron una especie de ángeles
protectores,( para las que nos dejábamos proteger) y nos acojieron como si fueramos de la familia.
No nos impusieron normas, pero nos dejaron muy claro lo que no les gustaba que hiciéramos, como recibir chicos en casa, organizar güateques,( tan en boga en esa época), trasnochar... en fin, lo mismo que  no les gustaría a nuestros padres. Siempre sabían donde encontrarnos, y si por algún motivo llegábamos más tarde de las 10/10'30 hacíamos una llamada para que no se preocuparan. La verdad es que yo nunca salí sola.
Primero lo hacia con Emi, luego lo hacíamos con Antonio y Jordi o con Pili y Tere, más tarde con Paqui, y luego con las últimas en llegar, hasta que empecé a salir con mi novio, que entonces lo hacía sola.
Yo me pasaba muchas horas en su casa, y le contaba mis cosas como a la madre que no tenía a mi lado.
Me decía que yo vivía muy alegremente, (en el mejor sentido de la palabra) que tenía que  pensar en  ir preparando el ajuar para cuando me hechara novio y me casara, y yo siempre le decía..."Señora Natalia, ¿y si no me caso?  si quiero hacer el ajuar, tengo que dejar de salir, y si no salgo..¿como voy encontrar novio? ahora dejeme salir, comprar,
¡vivir! cuando llegue el momento, ya ahorraré. Y ella se desesperaba; de hecho .los primeros reyes que me hechó fue una mantelería, que aún la pongo de vez en cuando.
Eran un matrimonio excepcional al que tengo mucho que agradecer y de quien guardo muy buenos recuerdos que trasmito a sus hijos Mª Rosa y Ricardo.

9 comentarios:

  1. Muy buena crónica de tus años mozos. Menudo tipazo! y claro quien no tiene ese tipo con veintipocos años!!

    Yo en el 68 era todavía una niña, pero en aquella época los tiempos cambiaban más despacio y a través de tus escritos me haces recordar cosas que yo también viví.

    Lo de llegar a casa a las 10 o las 10,30, tope, hasta el día antes de casarme y menudas broncas que nos echaban si sobrepasabamos la hora tope.

    Si no es como anónimo, no consigo poner comentarios.

    Un besazo. Chus

    ResponderEliminar
  2. Loli, recuerdos todos ellos muy dulces y buenos para una época que casi todo estaba prohibido, yo también sufrí las regañinas de mis padres si llegaba después de las 10 de la noche, a pesar de ser un poco mas joven.
    Como me gusta seguir tus vivencias, espero al próximo.
    Un abrazo.
    Rosa.

    ResponderEliminar
  3. Loli, Loli ¡me quedo con las ganas de saber quien es tu marido!, Antonio o Jordi, ¿quizás ninguno de los dos?, te veo influenciada por "nuestra novela" y en tus vivencias abunda el misterio ¿para cuando el siguiente capítulo?.
    En los años 60 yo veraneaba en Foz, en esta época ¿andabas por la zona?, pues cada fotografía que pones más te me haces una cara conocida.
    Abrazos.

    ResponderEliminar
  4. Loli, pasé a leer tu nuevo capítulo, que es encantador como todos y, como dice Sabela, siempre nos dejas con ganas de más. ¿Quién era tu novio???? jaja

    Muy guapa en las fotos. Tu sonrisa me encanta.
    Un abrazo y no dejes de escribir!!!
    Conchi

    ResponderEliminar
  5. Jajajajajaj, que bueno los comentarios que te han dejado!!!. Yo también estoy deseando que nos cuentes el capítulo de tu novio,jejeje

    Un beso

    ResponderEliminar
  6. Cotillas,más que cotillas, ¡mujeres teníais que ser!
    jajajajajaja, ahora soy yo la que me río con vuestros comentarios. Os diré que me casé en el 72 o sea que...ya queda poco para que vuestras preguntas tengan respuesta, pero yo también tengo curiosidad por saber que os dice vuestro instinto¿me lo contais?
    Un besazo para todas y gracias por seguir leyendo mis andanzas. Loli.

    ResponderEliminar
  7. Hola Loli...Que bonitos tus relatos.
    Gracias por pasarte por mi bloc.
    Te mando un gran abrazo.

    Gloria.
    http://blocgatona.blogspot.com/
    Tengo que comentar como anonimo de lo contrario no me deja poner el comentario.

    ResponderEliminar
  8. Cogeré una margarita y según le quite las hojas diré Antonio, Jordi, Antonio, Jordi...
    Loli, pues si, parecemos cotillas, pero es que relatas tan bien que tu lectura engancha y se desea saber el final, no seas mala sigue escibiendo...
    Abrazos.

    ResponderEliminar