martes, 26 de enero de 2016

Pinceladas de reflexión


Sólo Dios es capaz de fabricar el milagro de la carne de un niño; pero tú puedes hacerla sonreír.

Sólo Dios puede devolverle las fuerzas a un anciano, pero tú puedes demostrarle que no está solo y que sus opiniones te siguen interesando.

Sólo Dios hace que el sol crezca bajo los trigales; pero tú puedes triturar ese grano y repartir ese pan.

Sólo Dios puede ofrecer la paz verdadera; pero tú puedes no reñir con tus semejantes.

Sólo Dios da la libertad completa; pero tú puedes pintar de azul las rejas y poner unas flores en la ventana de la prisión.

Sólo Dios puede salvar el mundo; pero tú puedes hacer un poco más pequeña la injusticia.

Sólo Dios puede resucitar a los muertos; pero tú puedes hacer hermosa la vida de los vivos.

Ya ves que Dios se basta a sí mismo, pero ha preferido contar con tus nadas.     Anónimo.

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