NUEVOS AIRES

Ya estoy inmersa en mis nuevas actividades: Martes pintura, y Jueves taller de memoria.
Me gustan las dos pero la pintura es un arte, y yo de artista tengo muy poco, por no decir nada.
 Suele decirse que el hombre no nace, se hace. Personalmente creo que los  estudios, la educación y el entorno influyen mucho en cuanto a comportamiento y estatus social,    pero la vena artística es algo innato en cada persona. Todos podemos bailar, cantar , pintar, recitar... etc,  pero hacerlo bien solo lo consiguen las personas que tienen ese don o ese gen,  y que luego evidentemente lo trabajan para sacarle el mayor partido posible, pero si hay materia prima sale mejor con menos esfuerzo.
A la hora que yo voy somos 14 en clase, todas ellas veteranas con antigüedad de tres y cuatro cursos y yo pobre de mi me veo un poco perdida, aunque todas me dan ánimos  porque el primer año (según ellas, y me lo creo,) es el peor.
 De momento no pienso dejarlo porque me gusta y me lo paso muy bien, para el curso que viene ya veremos.
El taller de memoria es otro cantar. Ahí me lo paso pipa y veo que puedo sacarle mucho partido, porque  a través de los ejercicios que hacemos, me doy cuenta que de todos mis fallos NO siempre tiene la culpa mi mala memoria aunque yo se la eche, lo que pasa es que soy muy despistada, no me fijo en las cosas porque voy pensando un montón de ellas a la vez, y ahí es donde está la base de mis fallos.
Ya estamos  en otoño y dentro de nada celebraremos el primer añito de Ari que está muy guapa y espabilada.