martes, 9 de diciembre de 2014

DESPREOCUPADA


 Ya estamos todos, por eso ahora puedo decir que empiezan mis vacaciones. Aunque hagamos muchas salidas todos juntos o en petit comité, sobre todo por las mañanas a los mercadillos de la zona(nos los recorremos todos), o por la noche a cenar, el no tener que preocuparnos de los niños nos da más libertad, sobre todo a mí.


Aquí está mi prima Visi colocando en su sitio una rama de kiwi que se había descolgado. Mi hermano le ayuda, mi hermana dirige, que es lo suyo, jeje, -cuando lo lea se va a cabrear y buscará  como siempre sus argumentos de que si dirige es porque sabe hacerlo-.
Dejaremos que se lo crea.



En casa de Visi bañándose las dos al atardecer.Como yo soy más de secano que ellas  sigo captando instantáneas.



Un día nos apeteció acercarnos a la playa


y estaba bajando la marea, de ahí esos charcos de agua que quedan en la arena y que a los niños pequeños tanto les gusta

Ya mas cerca de la orilla donde la arena está mas  compacta es una delicia pasear.


Esa punta de peña que  se puede apreciar cuando la marea está a medio subir o medio bajar, cuando está baja del todo se puede pasar sin mojar los pies hasta la otra playa conocida como la playa de los alemanes y que es más   peligrosa  porque se forman muchos remolinos, algo que no ocurre en esta de la Areoura, como así se llama.


 Y ya de puestos....un recuerdo gráfico de este día aunque la modelo deje mucho que desear.


Visi quiso seguir mi ejemplo y aquí se nos plantó, delante de casa donde tenemos colocada la mesa para jugar a cartas. Por la mañana no se aguanta porque da el sol de lleno y optamos por la parte de atrás donde está la piscina y la siempre agradable sombra del castaño, pero  a partir de las 5 ó 6 de la tarde se está de muerte



Tenemos la ventaja de que ambas casas están a un tiro de piedra, como suele decirse, y durante el día intercambiamos incontables cantidades de visitas, a parte de comer juntos casi todos los días.
 Visi es la única prima-hermana por vía paterna, y la verdad es otra hermana más. Nuestros respectivos padres siempre se entendieron muy bien y se ayudaron mutuamente en lo que podían. Su madre era la única hermana de mi padre y seis años menor.

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