sábado, 1 de octubre de 2011

ABANICO DE AMISTADES

Cuando David y yo formalizamos nuestra relación, frecuentabamos indistintamente las amistades personales de cada uno. Al año siguiente, ya casados, empezamos a decantarnos más por las suyas, porque nos sentíamos más cómodos, ya que las preocupaciones eran más afines. En mi colla todos seguian solteros y con ganas de divertirse, y en la suya eran matrimonios jovenes como nosotros, solo que ya tenían lo que nosotros estábamos esperando. Bebés.
Todos vivían en Barcelona, pero tenían en Premiá la segunda residencia. Con ellos nos reuníamos para pescar a caña, bucear,  cojer mejillones y nécoras,  que luego degustábamos en una u otra casa (esto, los hombres)   nosotras nos bañábamos, jugábamos con los niños, y charlábamos de todo un poco. Durante el invierno nos veíamos con menos frecuencia; quedábamos alguna que otra vez para esparcirnos un poco por el campo y parar a comer en alguna masía. La situación indudablemente cambió  con los años,pero seguimos en contacto, incluso uno de éstos matrimonios pasan por casa cada Lunes a tomar un café, y es inevitable no hacer referencia a alguno de los episodios vividos; con unos nos reímos, y con otros añoramos lo de prisa que pasaron esos años. 
 David, que desde niño fue un enamorado del mar a pesar de ser madrileño,  en 1977 se compró una barquita con la que empezamos a salir a navegar.
Durante esos tres años que llevábamos subiendo a Premiá, fuimos  simpatizando  y conociendo  mejor a los vecinos más cercanos, y ello nos abrió un abanico de nuevas amistades que,, al día de hoy también perduran, aunque ya quedamos pocos, pues a lo largo de estos años, son muchos los que nos dejaron.
A Sergio Centelles, el vecino que nos introdujo en su grupo de amigos, también le gustaba el mar, por lo que mis hijos y yo fuimos perdiendo terreno en la barca para cedérselo a él.
(Es broma, a los niños ya les gustaba más salir a pasear en bici que navegar, es lógico) el
caso es que le cogieron el gustillo y al año siguiente David  vendió la barca y  se asociaron
para comprar esta mallorquina.

Plaf, plaf, plaf.Era una gozada sentir las olas rompiendo en el casco, la vela ondeando al viento, y nosotras como lagartas tomando el sol en cubierta. La hemos disfrutado mucho.
Al año siguiente  ¡por fín! pudimos comprar un terrenito que se vendía en esta zona, para poder edificar la  casita tan soñada
 


 A principio de Julio de 1980, vino mi padre a dar un garbeo con ganas de llevarse a los niños, que luego vendrían con mi hermana a finales de Agosto cuando finalizaran las vacaciones de mi cuñado, ya que  por aquel entonces  las vacaciones mi marido las hacía por Navidades, que era cuando  íbamos a Cangas.
No solo se lo pasaban pipa ellos, mis padres
estaban encantados y les reían todas las gracias. Un día que mi madre  les dió la merienda  y a los cinco minutos ve que Davicin llega con las manos vacias ¿y tu bocadillo? me lo pizpó  el Terry (era el perro de mi tía) no sé si  era huésped en mi casa o mis hijos lo eran en la suya, como mi
tía los  ponia en el lavadero  a los dos no salian de su casa.
Los eché mucho de menos, pero la verdad es que en  ocho años fueron mis primeras vacaciones de verdad.






Con la experiencia de la barca nuestra se aficionaron a la vela, y como otros matrimonios del grupo tenían veleros se les agregaron dos más y empezaron a prepararse para competir en las regatas que organizaban los clubs náuticos de los alrededores.
En la ocasión que muestra la foto navegabamos hacia playa de Aro, era el 18 de Julio de 1980 y a finales de ese mes competian en la regata de la Yamo Internacional que ese año se efectuaba en Blanes. Por cierto  que de ese día tenemos una anécdota muy simpatica. Ibamos repartidos en dos veleros, a excepción de varias mujeres que no les gustaba navegar y subieron en coche. En nuestra trayectoria pasamos por una playa de nudistas, fondeamos, y dos de los amigos del otro velero se fueron nadando hasta la playa; lógicamente antes de hacer pie se sacaron los bañadores enrollándolos en la mano, cuando ya se les veía el culito (ellos estaban morenos y esa zona resaltaba muy blanca) desde nuestra posició les tiramos varias fotos pero no hicimos ningún comentario, hasta que una noche a finales de verano cenando todos juntos salen esas fotos. Sus mujeres, que eran de las que subieran en coche, cuando los ven creen reconocerlos, pero no se lo acaban de  creer. Al final descubrimos el secreto que ni los mismos protagonistas sabian.

7 comentarios:

  1. ¡Hola loli!
    Una etapa de tu vida inolvidable, como tantas ¿verdad?, los amigos juegan un papel muy importante y, por lo que he leído el abanico en este aspecto es muy amplio, os lo deberíais pasar muy bien navegando y compitiendo.
    Un abrazo.
    Rosa.

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  2. Que gozada, eso de navegar. Seguís navegando? Se mueve mucho? Me hubiera encantado subir en un barco de esos pero soy una miedica de aúpa!! Besos

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  3. Loli, me encanta leerte y vuelvo a repetirte que envidio tu memoria. Qué años aquellos, ¿verdad? ¡cuántos recuerdos! Y qué bien que los puedas contar a los tuyos.
    A ver si me animo y hago lo que me decías, el suplemento dominical, jaja. Aunque no me siento muy animada.

    Gracias por tu compañía, amiga. Espero que estéis todos bien en la familia, especialmente el nieto.

    Un abrazo
    Conchi

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  4. A mi también me encanta leerte Loli y pienso que contigo, el pasarlo bien en las excursiones, sería todo un éxito asegurado.
    Tus palabras hicieron que recordara nuestras escapadas en Foz a buscar berberechos y cangrejos, recuerdo en especial un día que subió la marea casi sin darnos cuenta y tuvimos algún problema.
    Abrazos.

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  5. Hola, Loli:

    Ante todo quisiera agradecerte la visita a mi blog y las palabras tan bonitas que has dejado en tus comentarios, es un gusto conocerte y espero seguir disfrutando de tus entrañables escritos.

    Hoy, me has llevado hasta los años ochenta, cuando recién casados hacíamos casi las mismas cosas que tu nos cuentas en esta entrada y, aunque no navegábamos en el mar, lo hacíamos en un lago cercano y disfrutábamos de lo lindo en compañía de familiares y amigos.

    Un abrazo, gracias por visitarme.

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  6. GRACIAS A TODOS. HICE COMENTARIO Y SE FUE.

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  7. ¿veis? como anónimo funciona. Resumiendo: soy feliz Rosa, con la familia y con los amigos. No solo me gusta navegar Chus, también pescar, sobre todo calamares, aunque ultimamente lo que mejor se nos da son los plásticos.
    Tengo recuerdos que aún conservo, porque la memoria ya me empieza a fallar. Tu empieza Conchi,y ya verás como rebobinando fluyen los recuerdos.
    Tu siempre tan amable Sabela, creo que mi compañía puede resultar más grata en el tú a tú que en las juergas.
    Pasé de puntillas por tu blog, curioseé y me gustó. Empezaré desde el principio, como hice con los de mis amigas blogeras, para poder situarme. Gracias por tomarte la molestia de entrar en el mío, aunque es muy simple, te lo agradezco.
    Espero que Merceditas mejore día a día para que pronto regrese a casa.
    Abrazos a todo@s. Loli

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