domingo, 23 de marzo de 2014

SEPTIEMBRE

Este Septiembre tiene un cariz muy parecido al Septiembre de 1977 con una salvedad, y es que ese año no me quemé con café como ocurrió este. 
Cuando salgo con la cafetera en la bandeja para tomarlo en el jardín en la puerta de la cocina se me enroscan los flecos de la cortina de plástico que tenemos en la misma y el café se me derrama desde la barbilla pasando por el cuello hasta el pecho. Suerte que el vestido además de escotado era holgado, con lo que evité un mal mayor. No obstante lo pasé bastante mal, y aún me ponía peor cuando recordaba que al año siguiente no podría tomar el sol.
 Todo pasa y de todo se aprende, esto queda como un mal recuerdo, y a partir de entonces ya tomo la precaución de  sujetar todas las cintas con otra cinta, como si de una coleta se tratara.
La similitud de este Septiembre con el de 1977 es que en aquellas fechas mis hijos empezaban su andadura por las aulas, y este año es mi nieto.
Después de dos años y medio pendiente de él, y aunque sea una etapa de su vida por la que tiene que pasar, no deja de crearme una cierta inquietud el como se desenvolverá en un entorno nuevo para el -como para todos, ya lo sé-con la salvedad de  que por su problema, el aún no sabe jugar con niños, solo con los mayores, y la cosa cambia mucho. 


                                       
                                                         

Mi colegial viene muy contento, la mochila es como un signo de identidad para el y no hay quien se la saque. De momento  parece que se adapta bien y va contento, este curso solo lo hará por la mañana y el próximo ya empezará en P3.
¡Puffff! no es que me quite un peso de encima pero por lo menos ya respiro más aliviada.




1 comentario:

  1. Los niños se lo pasan estupendamente en la guardería con los demás niños, lógicamente el primer año es un poco duro, pero ya ves que se ad acto fácilmente. Ellos no dejan nunca de sorprendernos.

    Abrazos.
    Rosa.

    ResponderEliminar