Y llegó mi 59 aniversario que celebré haciendo un caldo gallego, sacando para tal evento las tazas compradas años atrás en Santiago. Lo que menos me pensaba yo es que era mi ultimo año en activo porque
dos meses despues la muerte instantánea
del marido de una compañera me hizo cambiar el chip y empezé a pensar que si a David le ocurriera algo semejante me sentiría culpable de haberle dejado solo.
Así que me lié la manta a la cabeza y se lo planteé al jefe de personal quien despues de preguntarme si estaba segura de mi decisión quedamos en entrevistarnos a mi incorporación despues de los días compensatorios que tenía pendientes.
Y
Y sin
No hay comentarios:
Publicar un comentario