Con los titos Loli y David |
El día de Corpus de 1985 mi sobrina Silvia hace la primera comunión, uno
de los motivos por los que mis padres se animaron a acompañarnos. El otro era que depues del verano se instalarían a quí definitivamente; a tal efecto, aprovecharían para ver el piso que yo había alquilado para ellos, y en el cual ya vivía mi hermano. Durante su estancia mi hijo David se puso malo con, hepatítis , y ello le obligó a guardar un reposo que solo hizo a medias, pues cada vez que me descuidaba tiraba las sandalias por la terraza y se largaba hasta el cole a dar una vuelta en bici. Me la jugaba siempre, el poco sentido común de los trece años, menos mal que no le acarreó ninguna mala consecuencia.
Cuando se es adolescente es imposible ver el peligro de las cosas, menos mal que David no tubo consecuencias y todo quedo como nos cuentas en una anécdota.
ResponderEliminarUn abrazo.
Rosa.
Es cierto, los adolescentes jamás ven el peligro. Loli
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