Cuidar de un bebé diez horas al día de Lunes a Sábado después de 35 años se hace un poco cuesta arriba. Gracias a la ilusión con que se lleva a cabo esta tarea puede una subsistir.
Todos mis quehaceres cotidianos quedaron relevados a un segundo plano; lo primordial , logicamente era mi nieto, y a el me dediqué de lleno.
Alex es un niño vital, alegre, risueño, dormilon y comilon, pero se nota que el niño está molesto porque está muy lloron, come a rachas y eso a mi me preocupa (evidentemente también a sus padres).
El veintitres de Septiembre estaba muy desasosegado, no se encontraba cómodo en ninguna pasición, se me pasó por la cabeza de llevarlo al pedíatra de guardia pero como a las cinco teníamos visita con el suyo no lo hice.
Ya en la consulta, y despues de mirarlo una y otra vez, le cambió el tipo de inhalador para ayudarle a respirar mejor, pero viendo que su madre no se quedaba satisfecha porque quería que le hicieran una radiografía, nos dió el volante para ir a urgencias a nuestro Hospital Comarcal de Mataró .
Enseguida nos llamaron a consulta y entró Sandra con el niño quedándonos mi marido y yo en la sala de espera. Pasa una hora, hora y media, dos horas...ya no pudimos aguantar más y pasamos al interior para saber algo. Sandra estaba como sonámbula y antes de que pudiera decirnos nada en aquel momento se acercó una doctora ( cardióloga) para comentarnos que le estaban colocando una sonda vesical, que llevaba puesto un suero y estaban a la espera de los resultados de algunas pruevas pero que el niño sería derivado a uno de los tres hospitales de Barcelona que tienen uvi infantil, el primero que avisara que tenía cama libre, y por descontado que ´sería trasladado en una ambulancia medicalizada porque su estado era grave. Cuando ya supieron que la ambulancia venia del Valle Hebrón nos dijo que estaba de guardia una cardióloga pediatrica que era una eminencia en su campo.
Mi hijo estaba en Zaragoza y no vendría hasta el día siguiente pero Sandra no quería avisarle para que no hiciera el viage con los nervios lógicos que el caso requería.
Al final llegó la ambulancia . Cuando llegamos nos dicen en urgencias que ese paciente no consta que haya ingresado. Estabamos al límite de nuestras fuerzas psicológicas, menos mal que un señor se dió cuenta y se acercó diciendo que hacía diez minutos los camilleros trasportaban un bebé ,pero que iban muy de prisa y ninguno se había parado a entregar
los papeles. Aclarado este punto nos fuimos a la sala de espera de la uvi infantil donde después de dos largas horas de espera la doctora Digna nos pasó a su despacho y se informó de primera mano de toda la evolución de Alex y desde el primer momento ya nos dijo que tenía todos los números para pasar por un trasplante de corazón.
Salimos de madrugada el día de la Merced, patrona de Barcelona y aunque estábamos destrozados esto para mí era un signo de esperanza. Ella no nos podía abandonar.
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Menudo palo Loli, me imagino como lo pasaríais. Aunque ya pasó todo, verdad?
ResponderEliminarMuchos besos
No encuentro las palabras adecuadas para expresar lo que sentí al leerte..., gracias a Dios todo fué bien y Alex es un niño precioso.
ResponderEliminarMe encanta la manera que tienes de contarnos tus cosas, un abrazo muy grande Loli y a seguir adelante...
Hola, Loli:
ResponderEliminarMuchas gracias por tu amistad, por tu constante presencia en mi blog y por la palabras tan amables que me dejas en cada uno de tus comentarios que son muy reconfortantes en éstos momentos de mi vida. Dios te guarde y te bendiga.
Un abrazo.