domingo, 27 de marzo de 2011

INCOGNITA

                                                                Madrid: 2 de Marzo de 1965. Loli -19 años


En mi primer cumpleaños lejos de casa, quise enviarles esta foto, para sentirme, y que me sintieran cerca de ellos.
Despues de seis meses residiendo en Madrid, me sentía plenamente identificada en la ciudad. En días de esparcimiento, el sitio a visitar lo haciamos por votación(en tiempo de la dictadura ya eramos muy democráticos) y 
yo me decantaba siempre por la rosaleda, el retiro, el rastro, sobre todo en primavera, pero como la mayoría lo tenían muy visto, eramos pocos los votantes, y se tomaban otras opciones. 
A principio verano solíamos pasar el día en San Fernando de Henares. Me gustaba porque nos bañabamos en el rio, que lo prefería  más que la piscina;  y en invierno eramos bastante adictos a ir de tapas por la Puerta del Sol. Me encantaban esos baruchos, pero mis predilectos eran El abuelo y La ría de Vigo, sobre todo éste, donde se cantaban muchas canciones gallegas.
En la primavera del año siguiente (1966) empezó a rondarme una idea por la cabeza. 
 Al principio solo fue eso, idea; pero poco a poco fue tomando cuerpo, hasta convertirse en una obsesión.  No era otra cosa que buscar un trabajo e independizarme, pero no quería  ser una desagradecida con esta familia,, que en todo momento se preocupaban por mi. Lo comenté con dos de mis mejores amigas y les pareció muy normal mi deseo,  animandome para que lo llevara a cabo.
Y sin prisas, con calma, fui buscando algo que me pudiera interesar(entonces no había problema de paro) pero me interesaba empezar a trabajar en Agosto cuando ellos se marcharan de vacaciones. Eso implicaba renunciar a las mías, pero así ellos, durante las mismas, tendrían ocasión de buscar otra persona de confianza en el pueblo que me supliera. 
Y un día, alguien del centro parroquial me dijo que un conocido estaba habilitando una gran nave, para la distribución al por mayor  una importante firma de productos de limpieza, pero  que hasta Septiembre no abririan de cara al público; concertamos una entrevista y salí con contrato, pendiente de fecha de apertura hasta saber el día de la misma .
 La segunda parte era, ¿donde voy a vivir?. Tenía referencia de una pensión y alli me dirigí. Era pequeña y muy familiar, con buena combinación,  y las condiciones me parecieron aceptables, asi que dejé paga y señal para que me guardaran una habitación para Septiembre.
Y ya con todo hilvanado, muy ilusionada, pero al mismo tiempo con el corazón en un puño, por si algo me salía mal, tenía que dar paso a la parte más dificil, como lo era la decisión que había tomado.
¡Puf, que alivio! que dos meses pasé más malos sin necesidad. Primero, porque me parecía que estar moviendo todos esos hilos sin ponerlo en su conocimiento,  era como si les estuviera engañando; y segundo, porque   no solo lo comprendieron, si no que me comentaron que de haberlo sabido, ellos mismos me habrían ayudado. Es más, si no estaba muy segura de ese trabajo nos pondríamos a buscar otro; y en cuanto a la pensión, que no me  precipitara, pues podía continuar  en su casa hasta estar segura de encontrar lo que me interesaba.
Ya más relajada,contaba los días que faltaban para volver a Cangas, y afrontar al regreso la incógnita del nuevo rumbo que ya estaba tomado en mi vida.             

domingo, 20 de marzo de 2011

DESTINO: - MADRID.

¡Ya estoy en la villa del oso y el madroño!.En la Avenida de la Ciudad de Barcelona; no recuerdo el número, sé que era por Vallecas.
 Los primeros días los dedicaron a enseñarme algo de  la ciudad, que me encantó, pero me sentía un poco perdida sin padres, hermanos, amigas...,
 En compensación tenía la tele, algo nuevo para mí que solo conocía de oídas, y que llenaba mis horas muertas, que eran unas pocas, pues durante el día estábamos la abuela y yo solas. La hermana de la amiga que me puso las ganas de venir a la ciudad, me invitó a salir con su grupo,detalle que agradecí, pero no me encontraba cómoda, porque era grupo de parejas, le puse una disculpa y lo comprendió.
Candido, que era algo más joven que yo, me presentó a unos amigos del mismo edificio, y en una de las muchas veces que subían a casa, uno de ellos me invitó a ir al club parroquial, y quedamos para el día siguiente.
Se lo comenté a Doña Mary y se alegró mucho, diciendome que le quitaba un peso de encima, y se preguntaba que como no se le había ocurrido antes a ella.
El club estaba compuesto, en su mayoría, por juventud sana, con inquietudes altruistas, y con ganas de divertirse honestamente.
Me gustó el ambiente que se palpaba, era lo más parecido a lo que siempre había soñado con tener en Cangas, y aunque siempre fui muy cautelosa con la gente desconocida, el hecho de ser centro parroquial,(los curas vivían en ese edificio, y no era raro que rondaran por allí) y que además, fuera presentada por un...vecino amigo, avalava un tanto el centro de reunión .
A partir de las 18h  ya  se empezaba a animar el ambiente; yo me escapaba un ratito si alguno de los chicos estaba por casa, pues no podía dejar sola a la abuela, y si no, me acercaba después de cenar, porque lo hacíamos muy temprano.
Allí teniamos biblioteca, salas de juego, de baile, también se tocaba la guitarra y cantábamos, teníamos bar sin bebidas alcoholicas, y como no, se programaban las salidas para el fin  de semana, al campo, por sitios típicos de la ciudad, al hospital del niño Jesús,
etc,etc.  Todo esto me llenaba mucho, e hice muy buenas amistades durante los dos años que vivi con esta familia, para los cuales yo era una más.
El único recuerdo que tengo amargo fue la primera Nochebuena. Todo el día fue normal, pero a medida que se acercaba la noche me empezó a entrar una tristeza....de poder coger un avión, ni me lo pensaría. Total, que agué la fiesta,  aunque entendían mi bajón moral y no dejaban de intentar distraerme.
Fue hasta ese momento, la Nochebuena más amarga de mi vida. Luego, con el correr del tiempo, vendría alguna más. 

sábado, 12 de marzo de 2011

Y DE "MI" TIERRA

                                     Y de la tierra que me vió nacer

    Vacaciones 2006. Celi, Loli, Claudia y mamá, en plena faena de limpieza del campo.

Soy hija de la tierra, de mi tierra;
la primera impresión-quizá ancestral-
descansa soterrada en mi retina
como una alfombra azul, azul de mar.
Apenas hay un grito en mi paisaje:
el valle, el río, el agro y el otero...
Pues la montaña se ha quedado en loma,
y la hondonada se ha quedado en seno.
Mi lluvia es mansa, persistente y leve;
mi camino, un atajo de fangales;
mi panorama, un verde en mil matices;
y apuntan rocas en mis matorrales.
Mi viento hace canción todo el paisaje;
una dulce canción de campesina;
una salmodia monacal gangosa,
misteriosa, monótona y cansina.
Es mi tierra; soy yo; por ella vivo;
hundo en ella mi copa y mi raigambre;
ella me hace cantar y pasar frío;
ella me hace llorar y pasar hambre.
Yo sé que soy como cualquier gallega:
frágil, violenta,tierna y musical;
brumosa a veces, amorosa siempre...
remota como el canto de la mar.
Me quisiera quedar después de muerta
vagando por los campos de mi tierra,
cabalgando en los vientos y en las nubes
cual pastora de místicas ovejas.

P.D.-Esta poesía de mi amigo sacerdote D. Benjamín, me viene como anillo al dedo, porque hago mío su sentir.

DESPEDIDA DE "MI" MAR

                               Mi despedida del mar  que tanto disfrute,
                                              y que sin duda, añoraré.

Paseo marítimo de Cangas. Vista parcial.


Contemplaba ayer las olas
alborotadas del mar,
y, sin pensar,meditaba
en toda fugacidad.

Mira que la mar es ancha...
Ninguna ola vuelvemás...
¡Qué ancha y que breve la vida!
Por eso es bella quizá.

Es como un sueño...
El barco que nos lleva
se nos va hundiendo...
Detrás del horizonte
habrá otro puerto.

No volveremos
a amarrar nuestro barco
en este puerto...
Es bello y melancólico
ser pasajero.








                                                   

miércoles, 9 de marzo de 2011

CONTINUANDO

Después de este paréntesis, continúo con mis "raíces".
Ese verano se 1964, de la forma más inesperada, mi vida dio un giro total.
 Ni me tocó ni la lotería, ni percibí herencia alguna; el hecho fue mucho más simple, y empezó con la visita de la hermana de una amiga mía que, entre otras cosas, me comentó que si no me apetecía dar el salto a Madrid. Yo me
 quedé muy sorprendida, y entonces me comentó que una familia de Cangas allí residente, buscaban una persona de confianza para acompañar a la abuela,  y hechar una mano en las tareas de casa.
Enseguida me animé, pero mi madre no tanto. Yo no dejaba de ser una niña sin experiencia, sin picardía, que nunca había salido del pueblo, siempre bajo la proteción familiar.
 Cuando fui madre yo, comprendí los temores de la mía.
Pero me vió tan ilusionada con la idea, que me acompañó a casa de esta familia para hablar y concretar, si es que estaban de acuerdo en llevarme con ellos.
Doña Mari se alegró mucho, pues no solo me conocía de siempre, si no que cada año hacíamos alguna charradita a la salida de misa, pero además, era amiga y"colega" de la que había sido mi maestra, y estoy segura que le dió unos informes más a fondo y  muy favorables.Por algo había sido una de sus alumnas preferidas.
A medida que se acercaba el día de la marcha, más pesarosa estaba  mi madre de no haberse negado, y al mismo tiempo, tampoco quería interferir en mis deseos, y que con el tiempo se lo reprochara.
Reconozco que esta decisión no la tomé por necesidad; en Cangas era una chica considerada como "culta y formal".  Más bien lo que me animó a ello, eran mis deseos de abrirme un camino en la vida, y creía que tendría más oportunidades en una ciudad. Fué Madrid, como podía haber sido Lugo, la ubicación del lugar era lo de menos, y en este caso, el hecho de que la familia fuera, no solo conocida, si no oriunda de Cangas(se conocían nuestros padres y abuelos, y además, dicen por allí, " pariente de mi pariente, mi pariente es" en este caso se podía aplicar, pues una hermana de Mari estaba casada con un primo hermano de mi padre.
Posiblemente, con una familia desconocida ni, me  hubiera planteado el marcharme.
El día antes de partir, mamá me repetía por enésima vez, que si no me acostumbraba o no me encontraba cómoda, que no me diera verguenza regresar.
Y llegó, ¡por fin! el día tan esperado por mí. Pero antes, la despedida al mar, que tanto quiero y que a lli no podré ver.

domingo, 6 de marzo de 2011

SESENTA Y CINCO AÑOS

¿Por qué el corazón me duele
tanto,que a veces le veo
la sonrisa a la muerte?
En los sesenta y cinco años
a ritmo normal, ya tiene
billón y medio, más
 ciento cincuenta mil latidos
- aproximadamente-
en una cuenta corriente.
¡Ya queda camino atrás!
Pero atrás nunca se vuelve;
hay que andar, andar y andar;
hay que hacer sendero siempre.
Y es duro hacer los caminos,
los túneles y los puentes,
y el firme de cal y canto,
las curvas y las pendientes.
Siempre es nuevo el panorama,
estar empezando siempre,
siempre es un ir adelante,
al encuentro con la muerte.
No quiero hacerte la corte,
novia de los legionarios;
y aunque tus ojos me miran
 siempre me niego a mirarlos.

¡¡¡¡JUBILADA!!!!

Quiero hacer un alto en mi pasado para comentar mi presente, y es que hoy vengo de celebrar mi jubilación con la familia más cercana y algUnos amigos íntimos
¿Un año más ó menos?. Depende del optimismo de cada cual.  Evidentemente, es un año menos que tengo de vida,  aunque cuando nací, no me presenté con certificado de garantía, por lo que puedo fallar en cualquier momento y no tener arreglo. Sin embargo, yo lo veo como un año más, para añadir a los ya vividos, pues hace diecisiete años, el día de hoy lo veía...no solo lejano, sino incierto el llegar a él, y puesto que llegué, no puedo menos que dar gracias a Dios primero, y celebrarlo después.
Creo que mi meta en la vida la cumplí. Puedo decir que soy una jubilada jubilosa, que acepto con júbilo mi jubilación, pero ello no quiere decir que aquí se acabe todo, si no que empieza otra etapa de mi vida que espero sea más relajada, más serena, más tranquila.
El tiempo que me quede de vida me gustaría vivirla dignamente.

viernes, 4 de marzo de 2011

PUNTO Y...

...Seguido. Hay un par de cosas que no quiero pasar por alto.
1º- La colada. Los Lunes era día de colada, y como no teníamos agua corriente, mucho menos lavadoras, por eso nos juntábamos en el rio toda la barriada, para lavar nuestros trapos, y sacar a relucir los sucios de las que no estaban aún.
En invierno...era duro, perdíamos la sensibilidad de las manos porque el agua bajaba muy fría, y no estábamos para bromas. Lo que queríamos era terminar lo antes posible para llegar a casa y calentarnos al calor del fuego; metíamos los pies en el horno de la cocina económica, y allí nos amodorrábamos.
Pero en verano hacer la colada era una fiesta. Un poco más arriba de donde estaban los lavaderos, el rio se bifurcaba, quedando un campo en medio de los dos. Le dábamos un restregón a la ropa, y la poníamos al sol, procurando ir salpicandola con agua a cada rato para que no se secara, y entre tanto, nos dábamos un baño en el rio en el que no se lavaba. Era un poco como ir de picnic, solo que en vez de la cesta de la comida, llevábamos la de la ropa.
2º- Otro momento diario de relax era cuando  íbamos al pozo de la casa de Albina a buscar el agua para beber.
Al atardecer, en tanto las mamás preparaban la cena, la juventud nos reuniamos allí. Ya procurábamos ir, más o menos a la misma hora, a sabiendas de que tendríamos compañia, y entre bromas y chistes pasábamos un rato  muy agradable. Era el momento más esperado del día.