lunes, 31 de enero de 2011

CUMPLIENDO LO PROMETIDO

En 1962 Emi y yo volvimos a "convivir", esta vez en Nois, en casa de la tía Guillermina, con motivo del nacimiento de Julito, su tercer hijo.
La primera semana la cuidó Emucha, que era más mayor,  y luego la suplimos nosotras para que ella no hiciera esfuerzo antes de tiempo, pues además del tío Senén (su marido) y del tío Julio (un hermano soltero que vivía en casa) estaban los otros dos niños, Senencito y Ramón.
Yo no sé como la cuidaríamos, pero lo pasábamos bomba.
Un día ella fue a buscar judias verdes a un terreno que tenían a unos...250 metros, y un chavalín del pueblo que pasaba por allí, se paró a charlar un ratito, dejando la bici apoyada a un poste de la luz. Yo que lo vi, cojo un cubo y me voy a llenarlo de agua a la fuente, que estaba a medio camino en la misma dirección; en tanto el cubo se llenaba me fui  acercando a ellos, y como el no me veía, porque estaba de espaldas, le saqué el aire a una rueda de la bici. Mi prima, que  sí me veía porque estaba de frente, no podía aguantarse de la risa.
Yo me vuelvo a la fuente y regreso a casa, y Emi hizo lo mismo cuando terminó.
Aquella tarde conseguimos poner nervioso al tío Julio con la juerga que teníamos y que el no sabía a que atribuirla.
Al día siguiente a la salida de misa ¡puf! aquello fue demasiado.
Resulta que el chico al ver la rueda sin aire creyó que estaba pinchada y al llegar al  café donde ya estaban sus amigos les contó que había estado con Emi y que al montar en la bici se dió cuenta que pinchara , y uno de ellos le dice:
-¿"estás seguro que pinchaste"?- ¡"está claro, ¿no"?- "hummm. ¡no sé! ¿donde estaba Loli"?- ¡"que solo Emi"!- " no andaría muy lejos" y se acercó para ver la rueda, sacó la mancha para darle aire y...la rueda se va llenando del mismo. Si nosotras tuvimos juerga...no quiero pensar en la de ellos, ya digo que cuando nos lo contaban lloraban de la risa.

Loli y Emi en  la Areoura, una de las playas  de Cangas.  Día 28 de Agosto de año 1963

Ya en  verano  hicimos como el anterior, de una casa a la otra.
Este día regresábamos de Burela y nos paramos para mojarnos los pies.
Como se puede apreciar yo ya estaba con mi hábito, cumpliendo la promesa hecha algún tiempo atrás.

domingo, 30 de enero de 2011

¡A SANTIAGO VOY!

En Septiembre nuevos aires y nueva iniciativa. Me voy interna a un colegio en Santiago, en donde nos enseñaban un poco de todo: cocina,labores,  limpieza, música, etc. Un amplio abanico para ser una buena ama de casa, algo que conmigo no consiguieron, porque ,acostumbrada al aire libre, y a una "discreta" libertad, allí me sentí como una monja de clausura. 
Permanecí hasta las vacaciones de Navidad, luego dejé mi puesto para que otra tomara  el relevo.
No recuerdo si me sentí fracasada por no adaptarme a las nuevas normas, lo que sí recuerdo es la inmensa satisfacción de regresar a casa, a mi entorno familiar.
Durante la semana hacía las cosas de casa, menos cocinar, y si era necesario, ayudaba a mamá en las faenas del campo, aunque cuando más lo hacía era en la época de la siembra y la recolección.
Papá trabajaba en una fábrica, o sea que nosotras no vivíamos del campo, pero teníamos algunos terrenos en los que cultivábamos patatas, maiz, trigo, a parte de la "chousa" que es el trozo de terreno colindante con la casa, donde se sembraban las coles para los animales,(lo que más) y luego el huerto con tomates, pimientos ,lechugas, guisantes...etc, ayudando así a la economía familiar, pues teníamos una vaca, que nos daba leche y terneros;
un borrico, para acarrear la hierba, los navos, etc; cerdos y pollos, que era la carne que se comía todo el año,(entonces solo había carnicería en Foz).
A mí me gustaba la vida en el campo, lo que no me gustaba era trabajarlo.
Y los fines de semana, como siempre. Catequesis, rosario, paseo por la carretera general- ¡que pena no tener el paseo marítimo que tenemos hoy!-
 una partida de parchís ó dómino, al tiempo que tomábamos un té con leche en casa Selmira, y...a las nueve y media¡a casa!
Como D. Secundino sabía que me gustaba mucho leer, siempre me daba la revista de "Selecciones"cuando el la terminaba. Un día por Navidades me regaló un libro, "La vida sale al encuentro"; era de José-Luis Martín Vigil,
tambien sacerdote. El tema me venía como anillo al dedo, pues se trataba de un grupo de primos de mi edad que vivían en Bilbao, pero  en el verano se juntaban con los de Asturias en la casa de los abuelos, y a parte de las clásicas trastadas, tenían sus momentos de  intimidad, cuando se contaban sus dudas, sus inquietudes, y sus preocupaciones; lo leí tantas veces, que casi me lo sabía de memoria.
A partir de ahí, empecé a darme cuenta que el único centro que teníamos(si es que se le podía llamar así) era la parroquia. Ni un centro social, ni una biblioteca...NADA DE NADA. Solo baile y cine. ¡que pena!. 

sábado, 29 de enero de 2011

LLEGÓ EL VERANO


                                                                    EMI Y LOLI

16 de Agosto de 1961 a la entrada del Pedregal en Sta Cruz, (Ferreira del Valle de Oro)
          

Verano de 1961: fue...¡genial!.
Ese año, mamá me dejó la cuerda un poquitín más floja, y nos pasamos todo el verano juntas Milucha y yo, gracias en parte a su primo Pepe ,que era de nuestra edad, y lo teníamos de aliado. El se tomaba la molestia de transportarnos del Pedregal a Cangas y viceversa; nos  llevaba a las dos juntas de paquete por una carretera secundaria, pues los motoristas solo pasaban por la general.
La verdad es que tampoco no hacíamos nada especial. Pero éramos alegres,
felices, y sobre todo, teníamos 15 años, y muchas ganas de vivir y de divertirnos; de la situación más tonta hacíamos una juerga, y ya teníamos risa asegurada para todo el día.
Recuerdo  una de las trastadas que hicimos y que fue sonada.
Era la fiesta del Sto Cristo en Sto Tomé,  una aldea limítrofe, y nosotras queríamos ir allí a misa, porque después de la misma habia la "sesión vermohut". Mientras los asistentes se tomaban una cerveza en los baretos, la orquesta amenizaba con un pequeño repertorio de su música.
Pues bien, como era Sabado y día de mercado en Ferreira, quisimos hacer las dos cosas, pero no nos dió tiempo. Cuando llegamos a casa ya se sentía a la orquesta haciendo las pruebas de altavoz; entonces...¡se nos ocurre una idea! ( y no buena, precisamente).
Al final del terreno que rodeaba la casa de mis tios estaba el transformador de la luz. Era una caseta con un montón de mandos que repartía la luz a los barrios circundantes.
La orquesta se presenta, saluda, empieza el primer baile y...¡zas, se va la luz! dos minutos y vuelve, se reanuda el baile y...¡otra vez! hasta tres veces consecutivas. Al final ,no hay sesión. Y nosotras  ¡tronchandonos!
Cuando a la tarde llegamos al campo, el vocalista que era de allí, y nos conocía ,se acercó a saludarnos y se empezó a reir, porque veía claro nuestra jugada.


     

jueves, 27 de enero de 2011

Y AHORA...¿QUÉ?

Tenía delante de mí un futuro que no sabía ni que hacer con el, ni mucho menos por donde cojerlo.
En principio, mi madre me propuso hacer un curso de bordado a máquina, que ofrecia la casa de máquinas SINGER; era una promoción de venta, pero válida para las que, como en mi caso, la tuviéramos de antes.
El curso se hacía en FOZ, durante un mes, y gratuito para todas las SINGERIANAS.
La idea me pareció estupenda. No solo porque quería aprender, si no porque pasaría más tiempo con mis primas, ya que me tendría que quedar en Foz de Lunes a Viernes.
 Por edad tendría que tener más complicidad con Elvira, (Viruca, para la familia) pero  nuestra Sor Teresita de hoy, ya por aquel entonces quería ser monja, y su padre se ponía malo cuando nos veía salir a nosotras al cine, y ella para el cole con sus monjas.
El tío le decía "¡ me caso con Dios!, lo que tienes que hacer es salir con tus hermanas y tu prima y pasartelo bien, ¿no tienes bastante colegio todo el dia?". y mi prima Emucha le decia "si,si, la que se va a casar con Dios va a ser ella".
Total: aprendí a bordar y me lo pasé pipa.
Poco tiempo despues hicieron otro en Burela, y como le cojí gustillo repetí.
El trayecto era solo es de unos cuatro kilómetros  y lo hacía en bici.
Fué mi primera incursión en el mundo laboral, pues luego bordé alguna que otra cosilla.

                                                  
                        Estos son los tíos en cuya casa estuve de "acogida".
La tía Enma, hermana de mamá, el tío Ramón, y las primas: Inés la mayor,
Emucha y Viruca.
La foto  fue tomada en 1952, y no corresponde, -en el tiempo- al comentario del texto, cuyos hechos datan del año 1961, cuando ya mi prima pequeña tenía 16 años.

domingo, 23 de enero de 2011

PUPURRI DE ANÉCDOTAS

No puedo terminar mi etapa de la E.G.B. sin plasmar los recuerdos,  - de los muchos y muy variados que tengo-, que por un motivo u otro, son los que, con más frecuencia me vienen a la mente.
En todas las clases hay niñas que se destacan por:
* simpatía/antipatía.
*buenas/malas
*pícaras/ingenuas.
*listas/tontas.
En la mía, simpatía y picaresca eran características de Isabel Fernández Vizoso, (Belita), desde hace muchos años, enfermera del hospital Gregorio Marañón, de Madrid, y con la que sigo manteniendo una buena comunicación cuando coincidimos en Cangas, e inevitablemente recordamos, regocijadas, algunos pasajes de esa etapa.
 Después del recreo, el ratito que nos quedaba de clase era más relajado;
se repasaban los deberes... se hacian preguntas...e incluso comentábamos cosas a nivel más personal o familiar.
Un día que Belita no terminó los deberes, y no sabía que tema de conversación atacar antes de que la seño empezara a corregir.
Ya estábamos sentadas en los pupitres y le dice:
"señorita, usted no es fea, pero cuando se enfada se le ponen unas arrugitas entre las cejas que le quedan muy mal".
Nosotras nos quedamos sin aliento. Ni el vuelo de una mosca se sentía en toda la clase. Al cabo de un momento la seño lanza una sonora carcajada que fue coreada por todas.
Ya más relajadas entramos en el tema y  la corrección de los deberes quedó para la tarde, dándole tiempo a terminarlos.

En religión, las virtudes teologales  las representaban visualmente. Así la fe era la cara de una mujer con una venda en los ojos; de la esperanza, no recuerdo; y la caridad era una balanza con los dos platos al mismo nivel.
Logicamente luego explicaba lo que era cada una de ellas.
Pues bien; tenemos exámen de esta materia, y una de las preguntas era.
¿que es la fe?Belita no era capaz de recordar el texto pero sí la vision, y para no dar todo por perdido pone: "La fe es una mujer con los ojos tapados". Bueno....la que se lió fue pequeña.
Luego con el idioma.¡Hacíamos cada metedura de pata...! nuestra lengua
materna era el gallego, de castellano....puf,  ¡fatal!, y ella era de Zamora...
tambien paso lo suyo hasta que nos fue entendiendo.
Yo un día me corté el flequillo mal cortado, y mi madre me lo retocó para que quedara recto dejándome  un flequillo "mini". Al verme de esa guisa, la seño me preguntó que me había pasado, y yo le dije:
"Es que me corté yo la perrera y me salió torcida, y patatín patatán( se lo conté de carrerilla). LLorando de risa decía "mira que sois raros los gallegos. Perrera es donde están los perros". Evidentemente, pero los gallegos no teníamos perros en la perrera, por eso ese nombre se le adjudicó al flequillo.
Otro día Genma después de pedir permiso varias veces para ir la servicio le dice la seño: "pero hija ¿que comiste? Peje, señorita. (en gallego  peixe es pescado, y como no le sonaba bien le dijo lo castallenizo a su manera).
Lo mismo que el día que mi hermana fue a la escuela la primera vez, las contraventanas eran azules y ella tan espontánea dice: ¡como me gustan las "cuentras!" (en gallego son "contras)". Y ahora el último.
A primera hora de la tarde, tema de geografía.
Se coloca el mapa mundi y nosotras en semi-circulo, la seño, con el puntero en la mano pregunta :
"Si os digo que me voy a una ciudad, famosa por su reloj, ¿de donde hablo? mirad bien el mapa".
Sergia, empezó a dar señales inequívocas de que lo sabía, y la seño le dice:
"límpiate, que estás de huevo", ella saca el pañuelo y empieza a limpiarse la boca. ¡nos partíamos de risa! todas captamos el doble sentido de la observación, pero  como había comido huevo... tomó la misma al pie de la letra.
¡Ay, otro que se me olvidaba! estábamos deshaciendo el altar del mes de mayo y yo, que era muy cantarina cojí las sabanas deol mismo que habíamos puesto para lavar, las anud´r y las colocamos en la esquina de la valla a modo de telón y yo me puse a cantar delante del auditorio una canción muy en boga que decia...
Me gusta mi novio..( y el coro decía) ¿porqué? 
Tan entretenidas estábamos, que sonó la campanilla y no nos enteramos,  yo seguía con mi novio, hasta que se asoma le seño a la puerta y dice:
"deja a tu novio para después de la clase". ¡que bochorno pasé!.

Y mi hermana, que entonces tenía unos once-doce años y empezaba a presumir, se afeitó el vello de las piernas; Anucha, que tenía cantidad, al ver lo hermosasque quedaban sin aquel plo que las afeaba, quiso seguir los pasos de Celi, que se comprometió en llevar una cuchilla, para afeitarselos al día siguiente durante el recreo, pero....afeitaron la primera, y suena el timbre, no hay escapatoria, la otra pierna queda para el recreo del día siguiente. De ahí salió este poema.

As pernas tiña peludas
Anucha, a de Atilano.
Ela e miña hermá quedaron
en levar unh'a cuchilla
e no recreo, pelalos.
Pro, a mitá da faena
sonou o timbre;
acabóuse o recreo
e tiveron
que entrar pra dentro.
Doña Dora,-que'ra moy larga
e as observara,
sacou o mapa d'España
e mandoulle levantars'a Ana.
Aniña, toda apurada
non sabía que facere:
a perna pelada¿pra onde?
¿pra fora, ou pra parede?.
Taba claro que de frente
no' ha podía poñer,
pois a diferencia
tíñase que ver.
Non m'acordo como quedou
dos pelos o asuntiño,
pero miña hermá e mais eu
aínda nos estamos rindo.  loli

Recordos do ano 1960.

Aquí pongo punto final a unos bellí...simos y queridos recuerdos de mi feliz infancia. Lo poco que sé, no se lo debo solo a mi afán por aprender, influyó muchísimo el tener la maestra que tuve, y a la que le estoy sumamente agradecida, y ella lo sabía.

miércoles, 19 de enero de 2011

¡ ÚLTIMO AÑO !

 Año 1960: Septiembre.
Empieza un nuevo curso: para mí el último de la E.G.B.
No recuerdo como lo afronté; lo que sí sé, es que durante el tiempo de mi escolarización yo vivía en, por, y para la escuela, ¡me encantaba ir a la escuela! y la verdad que era una alumna aventajada. Doña Dora no se cansaba de decirles a mis padres que era una pena que mi formación terminara con la básica. Recuerdo que ese último curso para que lo aprovechara un poco más, porque decía que el contenido del mismo yo me lo tenia más que sabido, con el consentimiento de mis padres encargó a Lugo una enciclopedia (que aún conservo) para que aprendiera algo nuevo, y no fuera para mí un curso perdido. Era la única enciclopedia de la escuela.
Viviendo en una pequeña aldea, como yo vivía, estudiar algo más era impensable. Para ello tenía que permanecer toda la semana fuera de casa, en Viveiro o en Ribadeo, los pueblos más cercanos que tenían instituto.
En Cangas se construyó  años más tarde donde sí estudió mi hermano(que no le gustaba).
Mi madre siempre decía que, o yo había nacido unos años adelantada,
o el instituto lo habían edificado con retraso.
También tengo que reconocer que era una de las dos niñas del pueblo que íbamos a clases particulares. Yo sé que a mis padres les costaba un esfuerzo ,pero cuando la seño les decía mis logros, sus sacrificios los daban por bien empleados.
La verdad es que la seño me veía muy capacitada para estudiar y sacar buenas notas; confiaba mucho en mí, y tal vez en mi subconsciente, esto me hacía esforzarme un poco más, para no defraudarla.
Recuerdo una anécdota, que cuento.
Un niño dos años mayor que yo, de una población vecina que estudiaba en

Lugo,(allí tenia familia), suspendió en Junio alguna asignatura, y venía a clase para presentarse en Septiembre; y un día se presenta en nuestra clase Don Pepe, el marido de la seño que daba clase a los niños, para enseñarle, sorprendido, las pocas faltas de ortografía que tenía en un dictado, que yo recuerdo difícil, con  muchas uves, bes, y haches intercaladas La seño muy despreciativa le dice: ¡Bah!, este se lo pongo a Loli y..¡la mitad!.
Por lo que se ve, se jugaron un pulso, y D. Pepe me fue dictando. Al terminar me lo repasó y.. ¡ni una sola falta! yo no me lo podía creer.
La seño triunfante me dio un abrazo que me supo a gloria.
    

martes, 18 de enero de 2011

LAS NUECES


En una esquina de la era, teníamos un centenario y enorme nogal, al que me encantaba subirme, a pesar de la dificultad que tenía para ello, aunqe acedíamos a las ramas más bajas, que lindaban con el camino vecinal, a través del muro que separaba el mismo de la era.
Un día que estaba muy arregladita y muy mona, no sé porqué motivo, y que aún no era la hora de salir,  para entretenerme se me ocurre subir al muro para cojer unas nueces ,que entonces ya estaban formadas, pero aún tenían aquella cáscara verde y gruesa, que poco a poco se iba secando,  volviéndose fina  y como de piel negra , lo que indicaba que era el momento de varearlas del  del nogal.
Pero yo, lista de mí, en mi impaciencia les quise sacar la cáscara verde, y me puse las manos y el vestido  que...¡paqué!.
El vestido era el de esa foto, del cual estaba muy orgullosa, porque era de un amarillo canario, y las margaritas eran bordadas superpuestas en terciopelo marrón. En la falda tenía tres en diagonal: la de la cadera tenía como una hoja despredida, la del centro de la falda, dos, y la del borde del dobladillo, tres. Como si a la margarita, en su trayectoria, se le fueran soltando sus hojas. Era una obra de arte de la bordadora.
Evidentemente, me vi obligada a cambiar de modelo.

lunes, 17 de enero de 2011

ECCEMA

Mis tíos. Foto tomada en 1999.Cuarenta años después de lo que relato a continuación.

En mi cambio hormonal de niña a mujer, me salió en ambas axilas un eccema húmedo; ¡que mal lo pasé!.
Después de un montón de tratamientos, todos ellos inefectivos, me dieron un ungüento viscoso y negro, como el alquitrán.
 Mi madre me lo ponía y mi padre soplaba, porque escocía  como una mala cosa; luego ponía un pañuelo de mi padre en cada axila, para que no me impregnara la ropa.
Estaba haciendo este tratamiento, cuando fui a pasar unos días a "El Pedregal," una finca del barrio de Santa Cruz, en el Valle de Oro, a unos cuarenta kilómetros hacia el interior.
Allí vivían la tía Matilde, que era hermana de mamá, el tío Ambrosio, y sus hijos: Emília, Vicente (Tito) y Matildita. 
Como Emy y yo somos de la misma edad, y nos entendíamos muy bien durante el verano  estábamos, ahora en su casa ahora en la mía, y lo pasábamos genial.
A mi,  el entorno de  "El Pedregal" me recuerda la pradera que se describe en mi  último verso.
Total ,que estando allí el eccema se  curó , no terminé ni de ponerme la pomada; se supone que el clima más seco, según el dermatólogo, fue determinante.
Como era una creyente practicante(sigo siendo lo primero,  pero lo practico menos), con esto, y con lo de los erizos, hice la promesa de llevar, durante año y medio, el hábito de la Virgen de Fátima, que consistía en vestir de blanco, con un cordón de fraile a la cintura. ¡Ah!, y no bailar durante ese tiempo.

domingo, 16 de enero de 2011

EL CANTÁBRICO: RISAS Y LÁGRIMAS

                                                      A Louseira

Los alicientes que teníamos durante el verano eran: la playa y las fiestas campestres.
Por nuestra edad, aún adolescente, nos inclinábamos más por la playa, donde siempre lo pasábamos  muy bien; después de comer, con el bocadillo de la merienda en una bolsa, allí, además de encontrarnos con los del pueblo,también había otros jóvenes de nuestra edad que venían en autocar desde  poblaciones del interior, y pasábamos la tarde contando chistes, jugando al pañuelo, al pillo-pillo, a los disparates, saltando a la comba,(al bajar la marea va dejando mojada la arena y se salta muy bien),
y sobre todo,bañarnos y apostar por quién llegaba más mar adentro. Si el día era triste, nos juntábamos en casa de Luisa, que vivía  más en el centro y nos pillaba bien a todas, nos subíamos al desván, y nos poníamos la ropa de Consuelo y Regina, sus hermana mayores, y representábamos algun cuento, como si de una obra de teatro se tratara. La pena es que no teníamos público, pero nos lo pasábamos muy bien.
Durante la semana solo nos acercábamos al mediodía antes de comer para darnos un baño; al volver, mis padres ya estaban haciendo la siesta, nosotras comíamos y también subíamos hecharnos un rato, pero la mayor parte de las veces, lo que hacíamos era reirnos y armar juerga, para desespero de mi madre y por cuyo motivo, en más de una ocasión, nos ganamos algún cachete.
Un día amaneció lluvioso, y dábamos por hecho que de playa NADA, pero a media mañana salió un sol luminoso, y allá nos fuimos.
Después de jugar un rato, decidimos bañarnos; cuando volvimos a la orilla y nos vamos a tumbar, nos damos cuenta de que faltaba Maricarmen; instintivamente miramos hacia el mar, y vemos algo flotando allá a lo lejos. Corrimos hacia un peñasco donde estaba sentado D. Secundino, quien al vernos, vino hacia nosotros, pues se dió cuenta enseguida que "algo" pasaba. Ninguno podíamos hablar, y todos señalamos hacia el mar; sin preguntar, se lanzó hacia aquel punto, que cada vez se veía más lejos. La salvó de milagro.
Yo estaba muy afectada , porque era la mayor del grupo, y en parte, me sentía  un poco responsable. Luego me hicieron ver que el problema fue un corte de digestión, pues "la niña" se tomó un bacocata de tortilla francesa, y no esperó a digerirla.
Otro  día que teníamos poco rato para el baño, decidimos quedarnos en una cala, A Louseira ,que nos quedaba más cerca, pero a la que no solíamos ir, porque en vez de arena tiene xógaras (piedras)
pero como solo queríamos bañarnos...decidimos quedarnos.
Después de nadar un rato, yo quise hacer pié,y...¡si,si, lo hice! puse los dos encima de un montón de erizos.
Mis amigas se turnaban para llevarme a casa subida a sus espaldas, pues no podía apoyar los pies, toda la planta de los mismos estaba llena de púas de los erizos.
Ya en casa, mi madre me las fue sacando con las pizas de depilar,
pero muchas de ellas estaban muy incrustadas, y era imposible;  luego el mismo organismo las fue expulsando paulatinamente. Lo pasé francamente mal, no podía estar de pie, porque además del dolor, me mareaba.
¡Con lo que me gustaban los erizos!

HIGIENE PERSONAL

En mi niñez sabíamos lo que era un cuarto de baño por el cine. Si en las casas no había agua corriente ¿cómo poner cuarto de baño?.
Generalmente en un pasillo, dormitorio o cualquier esquina desaprovechable, se colocaba una especie de trípode alto, con una palangana y una jarra de agua al lado y ¡hala!, apáñatelas como puedas.
Para la higiene corporal, se ponían unos barreños redondos, de más diámetro que altura, en la esquina de una cuadra, se llenaban de agua templada y...¡a nadar! ja,ja,ja. Después de enjabonadas nos poníamos de pie, cojíamos una jofaina que teníamos al lado con agua más caliente, y nos aclarábamos, siempre que al bañarnos no nos pasáramos con el jabón, si era así, nos quedaban burbujitas por todo el cuerpo, o sea, quedábamos a medio aclarar, pero no había tiempo de repetir, porque el agua se enfriaba.
Como resultaba bastante incómodo, en invierno no nos bañábamos cada
cada día.
La sesión de peluqueria era en el dormitorio.Yo tenía el pelo largo, y me gustaba mucho cambiar de peinado. Era bastante habilidosa para ello.

sábado, 15 de enero de 2011

DESPISTE IMPERDONABLE

Si señor, ¡imperdonable! pues creo que en la vida de toda mujer, hay dos factores fisiológicos que nos marcan:
1º - Cuando dejamos de ser niñas.
2º - cuando somos madres.
Yo de entrada me saltaba el primero, del que, la verdad, no tengo ni mal ni buen recuerdo.
Como leía todo lo que pasaba por mis manos,- que tampoco era mucho- estaba algo más instruida  en el tema  que alguna de mis amigas, y
tenía una ligera idea (luego comprové que ligeriiisima) de  lo que me esperaba, pero por lo menos, no me asusté, ni pesé que había "reventado"
por dentro, como les pasó a algunas. Además, Carmen Pardeiro, una chica del taller  tres o cuatro años mayor que yo, amplió un poco más mis conocimientos.
De todos modos, cuando estaba "con el fregado" mi madre, con su 6º sentido lo captó, y entonces me explicó todo lo que me tenía que explicar.
Me faltó tiempo, para contarles a las amigas, que aún no habían vivido la deseada experiencia, y que cada una la había oido a su manera, pavoneándome como una experta. Además, mi madre me lo  habia contado
TODO, y aquello...¡vamos! iba a misa.

AGUJA Y DEDAL

 Desde muy niña sentí inclinación por las labores. Todas, sin excepción,pero coser...como que no era lo mío; sin embargo,casi todas las niñas del barrio pasamos por el taller de Dora, una de las hijas de la tía Esperanza, y mi madre creyó que, a mis doce años, no era edad para pasar parte de las tardes del verano perdiendo el tiempo por el barrio, por lo que consideró oportuno que , cuando menos, aprendiera a enhebrar una aguja y sobrehilar.
Aún sin poner mucho entusiasmo, reconozco que me vino muy bien, para mi uso personal, tener unas nociones de costura que más tarde amplié(también en horas perdidas) yendo a una academia de corte y confección
y que luego puse en práctica en más de una ocasión.
Lo que más recuerdo de esa época,era cuando la señora Carmen , madre de mi amiga Albina, que también venia al taller, hacía su hornada -entonces todos teníamos horno de leña en casa para este menester - pero ella también hacía de maiz, que a mí me encantaba, y como en casa solo cociamos trigo ella la decía a su hija que me pasara por allí para darme un trozo .

martes, 11 de enero de 2011

EL CINE

Tenía unos...doce años, cuando empezó a venir los Domingos un señor con su hijo, portadores de una cámara de cine ambulante, que proyectaba sus películas en la sala de baile del pueblo.
El cine tuvo mucha aceptación, pero Miguel-Angel, el hijo del señor, muchiiiiisima más, sobre todo entre las niñas de mi edad, que ya empezábamos a mirar a los niños.
Para nosotras - en general -, el cine fue un problema, porque teníamos que escoger entre  ver una película, o seguir aumentando la colección de cuentos, ya que los padres de todas, se negaron en redondo a aumentar nuestra escasa semanada. Y claro, teníamos que elegir, y esto, inevitablemente, dividió un poco al grupo.
Luisa, Marisol, Conchita y yo-las más lectoras- seguimos con los cuentos, y el día que el titulo de una peli nos llamaba la atención  o nos gustaban los protagonistas, hacíamos el cambio.
Por cierto, la primera vez que subieron el precio, de tres a cinco pts, a Canduche, que era de las cinéfilas, no le aplicaron la nueva tarifa.
Como de todo el grupo era a la que más le gustaba Miguel-Angel (aunque hasta que no apareció le gustaba Carlitos del Salgueiro) ya en el mismo cine empezamos a tomarle el pelo, y al día siguiente en la escuela le hice llegar  hasta su pupitre, situado a mi derecha, un papelito que decía:
Canduche é muy guapa
e está muy contenta
pois pode ir o cine
por solo tres pesetas.
aunque por Migel-Angel
está muy ilusionada
de Carlos de Vilamor
aínda sigue prendada.
No sé si yo lo hice con poco disimulo, o es que la seño me conocía mucho,
(seguro que de todo un poco). El caso es que,antes de que la destinataria  desdoblara mi misiva, la seño ya la había interceptado y leído.
Yo creo que, en el fondo , le hizo gracia , pero como no me la podía reir, con mucha traquilidad, y sin enfadarse, al tiempo que se daba la vuelta y  rompía la hoja dice:
" Vaya, vaya. Resulta que tenemos en clase una poetísa. ¡ Y yo sin enterarme!.
Lección aprendida. No volví a poner ninguna nota.

domingo, 9 de enero de 2011

EL QUE ME FALTA

                NANA DE LA VIRGEN
                          (Narrando)

Era una tarde apacible,
llena de luz y de calma:
de aquellas tardes hermosas
que el corazón embriagan.
Sobre una fresca pradera
poblada de olmos y parras,
por un arroyo partida
que la riega con sus aguas
y le da gratos murmullos
cuando, entre juncos y cañas,
o entre deformes montañas
su corriente despedaza.
Donde arrullan las palomas,
donde los pájaros cantan,
donde susurran las hojas,
donde suspiran las auras.
Está la Virgen María
Madre de Aquel que nos ama.
Más que la luna de hermosa,
más que los Ángeles santa.
Tiene a Jesús en sus brazos
el hijo de sus entrañas.
Entre sus brazos le mece
y en su santo amor se abrasa,
y para endulzar su sueño
con voz dulcísima, canta.

(Cambiando el tono de voz)

Duerme en paz, niño querido.
Duerme, azucena temprana.
Duerme, gloria de mi vida.
Duerme, niño de mi alma.
Airecillos revoltosos
que jugáis entre las ramas,
y rizáis del arroyuelo
sus lindas olas de plata.
No humedezca vuestro soplo
su divina frente blanca.
No hagáis flotar , esparcida
su cabellera dorada.
amorosas tortolillas
que voláis de rama en rama,
dad treguas a vuestro arrullo
que duerme el hijo de mi alma.
Cesad, lindos pajarillos
en vuestras tiernas baladas,
que duerme el Ser soberano
que a vuestro canto dio gracia.
Todo en silencio. Yo os pido:
por la clara luz del alba,
por las fuentes cristalinas,
por las flores y las palmas.
Por cuanto améis en el mundo
os pide a voces mi alma,
que no perturbéis el sueño
del hijo de mis entrañas.

(Narrando de nuevo)

Calló la virgen; y luego,
en santo amor abrasada,
sobre la frente del Niño
posó sus labios sin mancha.  Navidad-1959-

P.D. -Son erróneas las fechas de los anteriores. El 1º es del año 1957, y el 2º
 de 1958.

miércoles, 5 de enero de 2011

VERSOS: 11, 12, Y 13 AÑOS

El placer de recitar versos para mí fue muy corto, pues ya era mayorcita cuando llegó el único párroco que se molestó en darle a la Navidad ese sentido,montando el Nacimiento ,y pasando horas y horas ensayando villancicos y versos.
El primero que recité fue este:

Pastora soy, niño bueno,
que a tu portal he llegado,
buscando la ovejitas
que el lobo me ha extraviado.
Algunas las encontré;
cerquita están del establo,
más las otras...¿donde irán?
¿que camino habrán tomado?
Pastorcillo de Belén
fiel redentor de las almas
ayúdame a encontrarlas
donde no haya lobo malo.
Tengo miedo de los lobos,
las sombras me dan espanto,
los nubarrones me asustan,
¡pobrecito mi rebaño!
Iremos los dos juntitos.
Cojeme tú de la mano
y llebame por el sendero
donde no haya lobo malo.
Yo, te daré mi muñeca
que fue la que me distrajo.
Es una muñeca negra,
negrita como mi espanto.  Navidad de 1959


Al año siguiente fue este:

¿Porqué entre las sombras
del lóbrego establo,
va a encerrarse la luz de la vida
que viene alumbrarnos?
¿Porqué nace pobre, desnudo, llorando...
en  un sucio pesebre por cuna,
en un viejo portal por palacio?.
Creó Dios al hombre
tan noble, tan alto,
que a los Ángeles casi llegaba
a pesar de su cuerpo de barro.
Más, quiso en mala hora
igualarde con Dios.
Y quebrando el mandato divino
se lanzó sobre el fruto vedado.
¡la deuda infinita
que entonces contrajo!
¡Cual fúnebre herencia
 pasará sobre el género humano?.
Más...no, ya se ablanda
el juez irritado,
mirando al Dios-Niño
que hoy bajó al establo,
y mañana, su cuerpo y su sangre
dará por salvarnos.
¡Oh Niño Divino!
¡Oh Jesús, que por mí estas penando
en el mísero y pobre pesebre
donde el buey y el asnillo se hartaron!.
¡Déjame que a tus plantas me llegue!     (me acerco más al portal)
¡Déjame que te adore postrada      (me arrodillo)
y humilde prometa
jamás ser ingrata!.
Que si el buey a su dueño conoce,
y el jumento, el pesebre del amo,
no quiero ser menos
que el buey y que el asno.
Y si ves que vacilo en la lucha,
si ves que me canso,
si ves que te olvido,
si ves...que me aparto;
Extiende tu mano,
desgarra la nuve
y mándame el rayo
que abrase mi cuerpo
y me haga pedazos.
Y el alma cautiva,
viendo rota su cárcel de barro,
a tí vuela alegre
su dicha cantando,
despreciándo la pluma que deja...
en los ásperos nudos del árbol.     (Navidad 1960)

lunes, 3 de enero de 2011

NOCHE-BUENA

Navidad, y más concretamente Noche- Buena, era para nosotros algo así como...no sé, lo más parecido,( por decir algo),a un fin de curso, pues en éste, unos profesores evalúan tu trabajo de todo el año, y en Noche-Buena ,el pueblo ,no solo evaluaba, si no que "ponía nota" a los villancicos y versos que cantábamos y recitábamos.
Para nosotros, la Navidad empezaba el último Domingo de Noviembre, cuando D. Secundino nos repartía los versos. Aún recuerdo con qué alboroto y emoción lo leíamos por primera vez.
Fueron muchos y muy variados los villancicos que nos enseñó; en los versos no nos daba opción a elegir, y para dorarnos la píldora, agregaba que él sabía que tipo de verso era el adecuado para cada una. Yo, por ejemplo, me moría por que me diera uno de risa, y siempre me los daba como muy profundos, y con bastante dificultad para recitalos bien.  Ante mi protesta, lo de siempre"Es que este es precioso y tienes que recitarlo tú, porque si no lo estropean" y yo, al final, ponía todo mi empeño en no defraudarle. Y la verdad es que me felicitaba todo el mundo.
A la hora de montar el Belén,primero un carpintero montaba el armazón,
luego todos los de la catequesis subíamos a la montaña a buscar el musgo.
Se hacía un boceto para colocar las figuras, y manos a la obra.
Era un Belén grande y nos quedaba muy bien,venian a verlo gente de las aldeas colindantes.
Y ya el día de Nochebuena era un correr todo el día, asignando el turno de cada verso y que villancico le precedería, probar luces y altavoces, hacer el útimo ensayo, etc; salíamos de la iglesia a las ocho para ir a cenar, y a las once estábamos de vuelta para la misa del gallo.
Al recordarlo me sube una cosilla por el cuerpo y se me humedecen los ojos.
Ahora ya es tarde, pero mañana copiaré(porque aún los recuerdo)los versos que recité los tres últimos años, cuando yo tenía once, doce y trece años.  
Esta es la iglesia de San Pedro de Cangas. Aquí recibí las aguas bautismales y la Primera Comunión, Es "mi " iglesia
La foto fue tomada en el año 2006 y la niña que está subida al pozo es mi ahijada Claudia.
Desde la parte de atrás se contempla la vista panorámica de abajo.



 
Donde está ese matojo de hojas, de un verde más claro ,baja un sendero hasta el mar, que nosotras utilizábamos para bajar a cojer cangrejos cuando la marea estaba en bajamar.

domingo, 2 de enero de 2011

CANGAS REVOLUCIONADA.

Como decía, la llegada de D. Secundino a Cangas, marcó  un"antes" y un "después". Dio vida a la parroquia. Era tan sencillo y natural que lo sentías como muy cercano, y nos conquistó a todos por igual.
Fue un aliciente y un estímulo para la juventud; organizó un coro, que solo el hecho de ir al ensayo nos daba vidilla, y cualquier evento era bueno para programar una misa cantada, y ensayar durante un mes, y luego anunciar:"El próximo Domingo, la misa de 12 será cantada " para que la iglesia se pusiera a rebosar, y todos contentos. Los feligreses, porque les gustaba la misa cantada;los cantores, porque nos gustaba el poder de convocatoria y el ser escuchados; y el párroco, porque veía su iglesia llena, como a él le gustaba. 
 A las pre- adolescentes como yo, nos dio la responsabilidad de la catequesis, con lo que ya teníamos un entretenimiento para los domingos adecuado a nuestra edad.
Luego por nuestra cuenta empezamos a ayudar a su hermana a colocar las flores en los altares y a barrer la iglesia. Recuerdo que un año,  el Domingo de Ramos quedó muy sucia, y cuando terminamos de limpiarla nos encontramos con un montón de monedas que, logicamente le entregamos. El se quedó pensando y nos dice: ¿sabeis qué? con ese dinero os vais a comprar chuches, no creo que EL (mirando al crucifijo) se enfade. Después de todo, habeis limpiado su casa.
Cada año en el mes de Mayo se hacía el Rosario de la Aurora. Al atardecer,la Virgen salía de la iglesia para un barrio donde pernoctaba en una casa previamente engalanada para recibirla y en cuyo engalanamiento participaba todo el barrio. A las seis de la mañana del día siguiente, todo el pueblo se congregaba delante de la misma, se sacaba a la virgen, y volvíamos a la iglesia rezando el rosario y cantando.
Eso durante seis días, tantos como barriadas tiene el pueblo.
En una ocasión, con motivo de la Anunciación, quiso montar una procesión viviente; una camioneta se habilitó como carroza, en cuyos laterales se pusieron niños@ vestidos de gallegos@y en el centro la virgen en un trono.
En principio ese papel lo representaría yo, para escuchar las palabras del
Aracángel San Gabriel, pero cuando llegó el día tenía un flemón...que pa qué, y la cara desfigurada, entonces me sustituyó Luisa, (mucho más guapa) y a mí me pusieron de narradora que me encantó. Se hizo el recorrido por toda la carretera general , y en lo alto de chelas nos paramos. Se hizo el silencio, todo el mundo a la espectativa, y yo , que estaba colocada en el doble fondo de la camioneta,  empecé con la narración.
"En aquel tiempo, envió Dios a San Gabriel a Nazaret, ciudad de Galilea"etc etc. La gente se quedó .."pasmá", no se sabía de dondde venia aquella voz, ni a quien pertenecia. Al final, dedujeron que quien quiera que fuera, estaba en la camioneta y al llegar a la iglesia to....dos al rededor de la misma; yo fui la primera en entrar y la última en salir. Aún suena en mis oídos el aplauso que recibimos. Fue muy emotivo.
Tampoco puedo olvidar las novenas que se hacían a lo largo del año, ni cuando pedíamos para el Domund, ¡tantas y tantas cosas...! con su llegada, mis Domingos empezaron a tener sentido, pues empezaba el día yendo a misa de ocho, de cinco a seis y media catequesis, a las siete el rosario ,y luego pasábamos por la librería de Casilda, a comprar dos cuentos por cuatro pesetas, que durante la semana intercambiábamos con las más amigas de la escuela. Ya procurábamos que todos fueran diferentes.
Y asi eran, basicamente mis Domingos y fiestas de guardar, de Septiembre a Junio, ambos inclusive, entre los diez y los quince años.

MAYO: MES DE LAS FLORES.

En el mes de Mayo, las niñas hacíamos un altar en una esquina de la clase,y colocábamos una imagen de la Virgen de Fatima.
Cuando se tenían que cambiar las flores, lo hacíamos de dos en dos, y teníamos una competencia feroz entre todas, porque TODAS queríamos ser las mejores en adornar el altar.
Otra cosa singular eran " las florecillas". Cada una de nosotras escribía en un papel blanco el quehacer que más nos costaba realizar: ir a misa de 8, no pelearse con la hermana, no decir mentiras, no protestar etc. Cada una colocaba su papel dentro de un jarrón de cristal, y los Viernes, después de terminar la clase, y cantar el "Eres bella cual alba del día"nos poníamos en cola y pasábamos a recoger la florecilla que el destino nos deparaba.
Evidentemente, el hacerlo o no, era a conciencia de cada una. Yo estaba muy concienciada y lo hacía siempre. Con lo que no nos podíamos escaquearnos era con lo de la misa ¡anda que no estábamos al quite por si alguna no lo cumplía! en todas partes hay chivatos.

CATEQUISTA

Tenía yo diez años largos cumplidos, cuando nos llegó a Cangas un nuevo sacerdote que revolucionó la población.
Estábamos acostumbrados a D. Antonio, del que solo recuerdo que falleció siendo mayor. Luego D. Amador, de forma provisional,pues era párroco de la población limítrofe.Venía a caballo y también era mayor.
Ambos celebraban las misas dominicales, entierros, bodas y bautizos:nada más. Pero llegó D. Secundino, recien ordenado sacerdote,joven y con muchas ganas de trabajar.
Lo primero que hizo, con el beneplácito de los maestros,fue pasar una vez a la semana , una hora en cada clase; pasado un tiempo, nos hizo como una especie de examen a las más mayores, para ver si estábamos capacitadas para ser catequistas, y bajo su supervisión enseñar a los niños,los domingos por la tarde de cinco a siete, antes del rezo del rosario, que era muy concurrido.
Las primeras comuniones que se celebraron al año siguiente, estando él como párroco,(lo recuerdo porque mi hermana era una de ellas) ya pusimos tres sillas unidas ante la escalinata del altar y cubiertas con una sábana blanca, en la que colocábamos de forma estratégica manojitos de alhelí, allí se arrodillaban por turno el comulgante y sus padres, retornando luego al banco donde estaban el resto de la familia
Nos pasamos el día anterior adornando la iglesia y ensayando la misa que cantamos las niñas mayores de mi escuela ¡ a dos voces! fue todo un éxito.
Luego se sirvió una chocolatada popular en el atrio de la iglesia.
El señor cura empezaba su andadura con buen pie.
Después de la comida con algunos invitados de la familia, nos fuimos a casa de un vecino, el único que tenía un transistor, para escuchar las canciones que le dedicábamos a mi hermana, entonces muy de moda, en la también emisora de moda "Radio Luarca".
Y como dije cuando relaté el recuerdo de mi primera comunión,  que entonces no se hicieron fotos, cuando la de mi hermana si, entonces mis padres le pidieron al fotógrafo que hiciera un trueque poniendo dos vestidos blancos, y en uno de ellos mi cara que era la de una niña de once años.
Al principio me disgusté, luego comprendí, y  años después  agradecí la idea que tuvieron.  La foto verídica es la de mi hermana.